A cierta altura del camino uno hace cosas que jamás imaginó. Otoño, frío, un Sol extrañado que sale para dejarnos con las ganas, caminando solo a las 9 de la mañana por el medio de la calle, hablándole a un vidrio...
Imagináte: los desvaríos a los que les damos vueltas como una calesita cuando estamos solos en la mesa de un bar, son infinitos.
Por caso ésto de la Agenda, que entre otras atrocidades, le meten miedo a los de 20 a 30 años diciéndoles que cuando se jubilen no van a servir para un carajo y van a ser desechables y un gasto inútil para el sistema o sea, unos incontenidos.
Al punto que piensan que enamorarse, casarse y tener hijos es un gasto (en verdad lo es) tiene como único fin hacerse de una descendencia que pague sus gastos de fármacos y sepelio.
A eso sumále la cultura poli-sexual en la que cada uno se asuma como le cante el upite, que me parece muy bien porque siempre fue así, pero no andaban jodiendo para que los reconozcan socialmente y con derechos exclusivos para cada tribu.
Claro, los pibes, abducidos por su natural pelotudéz adolescente no paran de ver cómo les crecen pelos en las manos, que después de su natural habilidad táctil sobre el cristal, es el segundo gesto repetitivo más rápido que saben hacer, pero ni idea tienen que la paja se usaba para hacer los techos de los quinchos y paradores chupandinos de las playas caribeñas.
Acción y reacción.
Física de 3er año, que explica claramente que todo movimiento provoca una reacción opuesta. Y lógico! Las pibas ante semejante sarta de bobalicones y cansadas de que los hombres mayores que ellas, ya más despabilados y con más experiencia en la exploración de sus intimidades, no les den pelota por miedo a ser tildados de abusadores o por otras inclinaciones varias propias del momento, eligen hacer sus primeras experiencias sin cruzarse a la vereda de los monitos de enfrente pero, a diferencia de ellos, lo hacen mínimamente de a dos o generalmente en pequeños grupos rotativos, para que no aburra digamos.
Eso sí: todo legal hasta el día que se les cruza un señor mayor (30/45 digamos, no te entusiames abu), que además de ostentar un buen auto, solvencia económica, derpa propio y facha como para mostrarlo en cualquier reel, las otrora "New-Bisex" se sacan el patito amarillo de la cabeza y lo ponen en fila con los de adentro, lo mismo que a sus ya algo más entrenadas hormonas.
Y nosotros preocupados por las ideas de la peluca de un petiso mal alimentado, que no se le vaya a ocurrir fabricar y exportar jamones con 60 años de estacionamiento menos alimenticios que el kanikama.
Bueno basta, demonios!
Mejor lo dejamos acá porque tengo que ir a la farmacia. Preservativos decís? Dios te oiga!
"Julio: un cortadito más y la cuenta. Y anotámelo que salí sin guita y Vos Mercado, nada."
Gallego: "Saleep!"
Ariel Villar
Café Temperley
Comentáne algo que sos como mi Analista de Barrio. En casa ya piensan que estoy sufriendo la "Crisis después de los 60".