A falta de Sol buenas son las ideas.
En esos días en que mi demonio motociclista me hace sentir enjaulado, empecé a echar mano a mi siempre aliviadora creatividad.
Con raíces profundas en ésta localidad con cara de pueblo que me vió crecer y aún soporta mis pasos indulgentes sobre sus veredas amables cubiertas de hojarasca otoñal, me acordé de los pocos bares que quedan en Temperley, de los que tengo la creencia que subsisten por amor y capricho de sus dueños al paso del tiempo.
Tal vez una quimera de quienes como yo, necesitan cada tanto abstraerse de su realidad mirando el mundo desde la ventana mientras el gallego alcanza hasta la mesa un cortado americano en jarrito de loza-piedra, en lugar de esperar de dorapa a qué te llame la niña Starbucks con dibujada mueca simpática gritando tu nombre escrito en el vaso descartable que te quema los dedos, mientras esperas que algún pendejo dejé un lugar para sentarte. Nada más feo y más lejos de mí.
El soplido de la enorme y vieja cafetera express, el tintineo de fondo de alguna cucharita solitaria esperando a quien tal vez nunca llegue, sobre el sordo colchón de fondo de la avenida, y el ya extinto diario en papel reemplazado por el de vidrio que todos llevamos en el bolsillo, concibió la idea de crear un nuevo espacio de historietas, notas, cuentos, relatos, listas de música para no compartir y sólo para disfrutar con auriculares, podcast y videos con historias, mientras miramos un rato el mundo saboreando un café, solos y en silencio, como debe ser.
Así nació su filosofía, su enfoque y el nombre de éste nuevo sitio:
"Café Temperley".
Pero claro: la IA me sigue corriendo y la verdad es que ésto de jugar al gato y al ratón me llenó las alforjas.
Decidí ponerme a estudiar cómo funciona esta nueva porquería, más allá de boludear bastante con ChatGPT4 y sus nuevas versiones que te piden que le muestres como vivís así determina como hablarte. Una verdadera Oda al Prejuicio.
Dueño 24/7 de todo lo que me quede y no siendo sencillo coordinar una tarde de un feriado gris con "adolescencios" en casa y 2 perras durmiendo en la cama como si se hubiesen clavado un Rivotril, aún prendiéndole velas y sahumerios a San Culiau por un par de minutos de instinto salvaje bajo la ducha, elegí estudiar también como trabajan los algoritmos y la misma IA tanto en buscadores como en redes sociales de las que tan podridos de su control estamos unos cuantos.
Y aquí estamos: generando contenido y remando con un par de palillos escarbadientes para ver si ésta bendita Señora IA me dice como convencer a mis apreciados lectores para que muevan una falange para poner un corazoncito en la entrada que acaban de leer o un poco feliz comentario al autor si es que no le gustó ni medio, sin ningún tipo de censuras como en las redes y con la posibilidad de calificar con estrellitas y agregar Gifs de una extensa base y fotos de su propia faena y que lo lean otros lectores del bar. Sería como tallarlo con el tenedor en la mesita de madera oscura del bar.
Merecidas Gracias por tu tiempo de lectura y mí compromiso de responder y agradecer tu comentario al final de esta pantalla de vidrio.
Un abrazo!
Ariel Villar
Move your finger!! Escribimos algo!!