Angustia: entre el éxito y el fracaso. 🧠
- 18 jun 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 ago 2024

A cierta altura del camino los inefables recursos de la "auto-ayuda" como artículos estrella de mercadeo de casi cualquier cosa, decapitan nuestras escasas ganas de comprarlos o siquiera tocar un link para ver de qué otra huevada se trata.
No obstante, espejo mediante y una buena cuota de sinceridad, podemos determinar la naturaleza de ese maldito palo en la rueda que promueve el fracaso, la falta de continuidad o cuando menos la desprolijidad en cuanto asunto nos propongamos meter mano.
Y una vez asumido el fracaso bajo rótulos del tipo: "no sirvo para ésto"; "no estoy capacitado"; "no tengo tiempo"; y sus infinitas variantes, no muchos nos damos cuenta que el único malhechor que nos juega en contra, tiene atributos femeninos nomás por el prefijo que la antecede al referirnos a ella.
Con Ustedes... Nuestra acérrima enemiga, nuestra pincha-globos de sueños y proyectos, ostentando títulos mundiales como el de Campeona Internacional en Consumo de Energía Humana; Creadora de innumerables Fuentes de Trabajo y Cautividad de Clientes en el Campus de la Terapia Psicológica, generando millones de dólares en ingresos distribuídos entre Analistas, Terapeutas, Licenciados en Coaching, sin olvidar a cuánto Mano-Chanta oportunista rejunte no pocas monedas de sus clientes con proyectos terminales, con el valor agregado de alguna velita de color y estampitas de San Cayetano y San Expedito.
Con Ustedessss: Su Majestad, LA ANSIEDAD !!!
Apláudanse por favor! (testículos, senos y ovarios)
La Clave!
Clave, llave, palabra mágica, o el rótulo que mejor te caiga, la ansiedad no es otra cosa que un apego rabioso al resultado al que queremos llegar. Tipo, concientes de que no podemos estirar las piernas para saltar una zanja sin mojarnos los zapatos, arrancamos pisando el primer peldaño de nuestra escalera queriendo llegar al primer descanso de un solo salto.
La consecuencia es imaginable y sobra cualquier tipo de descripción que seguramente roce lo grotesco.
Por ansiedad nos rompemos un dedo intentando colgar el cuadrito nuevo en la pared de concreto del departamento, con el clavito usado y oxidado que guardamos en el cajón de los cubiertos, hecho del que no recordamos ni su fecha. Sin mencionar los primeros intentos fallidos usando como martillo el mazo para tiernizar milanesas, o la parte dura y metálica de una pinza (parece estupido pero lo he visto).
Por ansiedad ponemos el lavarropas mientras hacemos la comida, pasamos la escoba y descolgamos la ropa por si llueve. Tal vez por eso un profundo estudio de Marketing y SEO haya decidido conservar los nombres e instrucciones del shampoo y el enjuague...
Primero las ganas.
Siempre! No existe cosa en el mundo que salga si quiera aceptable si no tenemos ganas de hacerla. Es como un karma, viste?
Suponiendo gocemos de esas ganas tan feroces como las de coger después de una abstinencia de 3 meses, aún faltan algunas cosas para llegar al codiciado y egocéntrico placer del éxito, a saber:
1- Pasión!
La pasión es placer, nunca trabajo. Sino fijáte: quien vive de lo que hace con pasión no tiene horarios. Puede pasar incontables horas seguidas sin parar a comer, incluso días sin dormir, sin la más mínima señal de cansancio. Las ideas fluyen como cataratas y el goce es indescriptible!
2- Constancia.
Cómo vimos, si hay pasión la constancia es su hija. Pero no pocas veces los reiterados errores o fracasos la debilitan. Cuidado! Es justo el momento más vulnerable para que algún jodido, inconsciente incluido, nos ponga el palo en la rueda.
3- Herramientas adecuadas.
Lo dicen y lo demuestran los verdaderos mecánicos profesionales, comerías especializadas, cirujanos, artesanos, incluso escritores, narradores de historias y mil etcéteras.
Sin las herramientas adecuadas es la forma más efectiva de lograr un trabajo mediocre, de dudosa calidad y menos efectividad.
Y cuando digo Herramientas no me limito a las de uso manual, sino sobre todo a las herramientas Intelectuales con las que contamos.
Si queremos escribir o contar una pequeña historia o relato, como mínimo debemos contar con una base sólida de cultura general, que nos va a permitir establecer ejemplos históricos, comparativas, retóricas y hasta algunas hipótesis.
4- Disfrutar del proceso!
Si, claro que sí. En un todo de acuerdo que, si perdemos de vista el objetivo, perdemos el rumbo y por consecuencia, el resultado esperado. Pero, por caso pintando un pequeño cuadro, mientras mezclamos colores buscando el tono imaginado, perfecto, lejos del enojo por lo fatal o chillón que se vea, disfrutamos del simple hecho de mezclar colores, de ver cómo van mutando en tonos inesperados.
Armando un motor, no es lo mismo poner en su lugar el tornillo que quitamos tal como está, sucio, oxidado o en mal estado, que limpiar primero las roscas, la zona adyacente y de ser necesario reemplazar el tornillo en mal estado por uno nuevo y exactamente igual.
Suficiente de ejemplos! Cómo vemos, el único resultado posible cuando nos propongamos hacer lo que sea, teniendo en cuenta eliminar de cuajo la ansiedad, es un rotundo éxito. Y como si fuera poco, el placer y el orgullo de haberlo logrado nosotros mismos.
Dos palabras finales para cerrar ésta reflexión. La primera nos hace mejores personas. Pero cuidado con la segunda! Está detrás de la primera escondida tras na línea imperceptible, capaz incluso de volvernos insoportables para los demás, y que le sigamos dando laburo al analista:
1 - PERFECCION
2- OBSESION
Tus comentarios y calificación al final de esta pantalla son siempre agradecidos y bienvenidos, lo mismo que tu tiempo de lectura.
Ariel Villar
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