Juego de Miradas
- Ariel Villar
- 28 ago
- 5 Min. de lectura
Este MicroLibro que hoy llega a Vos en forma gratuita por algo más de 15 días a modo de promoción, intenta reflejar la creatividad en los diálogos mantenidos entre sus únicos 2 protagonistas que plantean un juego astuto de seducción con toques de tensión y riesgo, y el nuevo formato de escritura desarrollado por Café Temperley☕
Tal vez el principio de una historia de amor, o un modelo distinto para recrear en la vida real y café de por medio.
Agotados los 15 días de promoción, quedará disponible para adquirirlo en formato PDF únicamente en Café Temperley☕
Espero te resulte interesante.
Gracias por tu visita!🙏
Ariel Villar
Presenta éste MicroLibro:
Capítulo 1 – La llegada
Martín entró al café con la sonrisa de quien sabe que va a meter lío. El sonido de la puerta al abrirse rompió la monotonía de la tarde lluviosa. Sofía, en la mesa del fondo, lo miró con esa mezcla de cansancio y diversión que ya conocía demasiado bien.
–Otra vez vos… ¿traés café o problemas? –preguntó, irónica.
–Ambos, depende cómo lo tomes –respondió él, dejándose caer frente a ella.
El aroma del café recién hecho se mezclaba con tostadas un poco quemadas. Sofía suspiró; sabía que la tarde no sería tranquila.
–“Lo justo” es relativo cuando estás vos –dijo con sonrisa contenida.
–Te prometo que hoy solo un poquito de lío… lo justo para mantenernos despiertos –replicó él, con suficiencia.
Capítulo 2 – Primer choque
–No sé por qué insistís –dijo Sofía, girando la taza entre sus dedos–. La última vez terminamos discutiendo por un bolígrafo.
–Ah, pero esta vez traje marcador –dijo Martín, guiñándole un ojo–. Y no cualquier marcador… uno que no se borra fácil.
–Sos imposible –dijo ella, aunque su sonrisa lo desmentía.
–Imposible es la palabra de los aburridos –replicó él.
El sonido de la lluvia golpeando las ventanas acompañaba la tensión entre ambos.
Capítulo 3 – Juego de espejos
Se miraron en silencio, midiendo cada gesto.
–¿Jugamos limpio? –propuso Sofía, apoyando el mentón en la mano.
–No sé… yo nací con la trampa incluida –respondió Martín, provocándola.
Cada movimiento y mirada se convirtió en un hilo invisible de tensión que ambos disfrutaban en secreto.
Capítulo 4 – La provocación
–Siempre hacés esto –dijo Sofía, medio riendo.
–¿Hacer qué? –preguntó él–. Solo estoy siendo… encantador.
–Encantador es otra cosa. Vos sos… insistente.
–Ah, insistente suena aburrido… prefiero “determinadamente atractivo”.
Ella levantó la ceja y sonrió.
–Vos y tus definiciones ridículas…
Capítulo 5 – Conflicto y risa
Se rieron, un acuerdo tácito: la discusión no terminaba, pero la diversión sí.
–Tenés demasiada confianza –dijo Sofía.
–Y vos demasiado tiempo libre para soportarla –replicó él.
Cada frase era un desafío, cada sonrisa un avance silencioso en su guerra amistosa.
Capítulo 6 – La apuesta
Martín deslizó una propuesta:
–Te apuesto algo. Si gano, elegís qué película vemos esta semana.
–¿Y si pierdo yo? –preguntó Sofía.
–Si perdés, aceptás una cena conmigo, sin excusas.
–Trato hecho –dijo ella, con sonrisa desafiante–. Pero soy difícil de vencer.
Capítulo 7 – Primer desafío
La apuesta se volvió diaria. Cada conversación era un reto, cada mirada un movimiento en un tablero invisible.
–Sabés que estás jugando con fuego, ¿verdad? –dijo Sofía.
–Sí, pero me encanta el calor –respondió él, con picardía.
Incluso el mesero percibía la química; cada roce accidental de manos era parte de un guion secreto.
Capítulo 8 – Tensión contenida
Los días pasaban y la química crecía.
–Nunca sabés cuándo pararme –dijo Sofía.
–Eso es parte del encanto –replicó Martín.
Aunque fingieran otra cosa frente al mundo, cada encuentro era una batalla silenciosa de seducción.
Capítulo 9 – La confesión a medias
–Te aviso… me caés demasiado bien –dijo Sofía.
–¿Demasiado bien? Eso suena peligroso –contestó él.
–Sí… peligroso –repitió ella, con sonrisa traviesa.
Ambos sentían que algo estaba cambiando, pero jugaban a ignorarlo.
Capítulo 10 – El pacto secreto
Había reglas implícitas:
1. No hablar de lo que pasaba fuera del café.
2. Mantener la tensión viva.
3. Jugar hasta que uno cediera o se cansara.
–Y si alguien rompe las reglas, paga con su orgullo –dijo Martín.
–Perfecto –respondió Sofía, con risa contenida.
Capítulo 11 – La cena
Martín invitó a Sofía a cenar con sorpresas incluidas.
–Sorpresas… como siempre –dijo ella.
–Exacto. No hay emoción sin riesgo –replicó él.
La velada fue un juego de bromas, exageraciones y miradas cómplices. Cada comentario podía ser un desafío, cada sonrisa, una victoria silenciosa.
Capítulo 12 – El roce
En la puerta del edificio de Sofía, la noche húmeda y los charcos reflejando luces amarillas multiplicaban la tensión.
–¿Siempre llegás así, puntual y molesto? –preguntó ella.
–Solo cuando hay alguien que me espera –contestó él.
El roce de manos fue accidental… o eso dijeron. La electricidad entre ellos era innegable.
Capítulo 13 – La primera discusión
–No podés siempre tener la última palabra –dijo Sofía.
–Y vos no podés dejar de provocarme –replicó él, sonriendo.
Al final se rieron. Cada discusión reforzaba su conexión, sin admitirlo.
Capítulo 14 – La apuesta escalada
Los retos se intensificaron: bromas públicas y miradas que decían más que palabras.
–Te aviso… esta vez no hay escape –dijo Martín.
–Espero que estés preparado para perder –contestó ella, divertida.
La tensión crecía con cada encuentro.
Capítulo 15 – Conflictos internos
Cada uno empezaba a sentir algo más profundo, disfrazado de desafío.
–No sé cómo hacer para no pensar en vos todo el día –admitió Sofía.
–Yo tampoco… pero fingamos que es solo estrategia –respondió él.
El juego se volvía real.
Capítulo 16 – La cercanía peligrosa
En la terraza de un bar, la ciudad iluminada parecía detenerse.
–Sabés que esto puede ser un desastre, ¿No? –dijo Sofía.
–Sí, y eso lo hace irresistible –contestó él, acercándose sin tocarla.
Cada movimiento era medido, cada palabra, una provocación calculada.
Capítulo 17 – El juego de espejos II
–Si sigo así, voy a perder –dijo Sofía.
–No podés perder algo que todavía no sabés si querés ganar –replicó Martín.
Su danza de provocaciones, risas y complicidad silenciosa continuaba.
Capítulo 18 – La confesión completa
En un café lluvioso, Sofía confesó:
–Me atraés demasiado… y no sé si es juego o algo real.
–Te entiendo… me pasa igual –dijo él, con honestidad.
La máscara del desafío cedió. Lo que sentían iba más allá del juego.
Capítulo 19 – La tregua
Aceptaron un pacto tácito: disfrutar del momento, sin presiones.
–Entonces… por ahora, solo juego –propuso Martín.
–Por ahora –asintió Sofía, con risa cómplice.
La tregua era un respiro antes de la siguiente ronda de provocaciones.
Capítulo 20 – El cierre abierto
Se despidieron en la puerta del café, dejando un espacio que olía a promesa.
–Nos vemos mañana –dijo Sofía.
–Como siempre –contestó él, con sonrisa que encendía cualquier chispa.
Perder o ganar era secundario: lo importante era no dejar de jugar, seguir provocando, desafiando y disfrutando cada instante juntos.
Fin
Ariel Villar
Café Temperley☕
Si te gustó ésta entrada, te invito a enviarme tu invalorable colaboración en la forma más segura a través de Mercado Pago
mediante el siguiente botón:
O también por PayPal:
Tu comentario y tu calificación al final de ésta pantalla es bienvenido y compartido con todos los lectores.
Infinitas Gracias!
Ariel Villar
Café Temperley☕
Comentarios