Leyendo algunos artículos de nuevos empresarios exitosos en Forbes Argentina, vuelvo a confirmar lo mucho que tiene que ver la educación familiar y por sobre todas las cosas, el ejemplo.
Tal como da cuenta de su propia historia el multimillonario Robert Kiyosaki en su libro "Padre Rico, Padre Pobre", quienes no integramos esa franja de la sociedad que cambia el auto cada 2 años máximo, con vacaciones varias veces al año con pasajes aéreos incluidos, ropa de primera marca y viven en burbujas de Argentina como NorDelta por citar sólo una de tantas, fuimos educados con mentalidad de pobres. Si, aunque te suene duro así funciona.
Quienes habitamos ésta otra franja casi extinta otrora conocida como "Clase Media", educamos a nuestros hijos con la idea que las cosas se obtienen con "sacrificio", (léase privaciones, esfuerzo inhumano, poco descanso), y que tal concepto es el único que nos ubica en el terreno de la "dignidad".
Incluso a los más religiosos aún les resuena ésto de: "De los pobres es el reino de los cielos", lo que implica desperdiciar la única vida que se nos regaló siendo y viviendo como pobres, y que los ricos creyentes no son merecedores de pasar a otro plano de existencia entre las nubes.
Pensá cuántas veces tus padres, ante tu pedido de algún antojo material, te respondieron: "no podemos comprar eso, no contamos con el dinero suficiente; hay otras prioridades; o sea, somos pobres pero dicho en modo optimista como para que suene a una situación temporal.
Un hijo de clase alta en el peor (mejor) de los casos y ante un pedido similar, recibe respuestas como: "que bueno que quieras eso! Pensemos juntos de que manera podés generarte ese dinero para que vos mismo lo puedas comprar". Si, claro, mayormente no sucede así sobre todo en los primeros años de vida de esos chicos, ya que lo que lleven puesto, sus juguetes, el lugar donde estudien, son identificadores del status socio-económico de la familia, por lo que sin más, lo obtienen.
Esto me genera una pregunta que mi propio "Gueto Social" no puede responderme:
"Se puede ser rico sin sacrificio?"
La respuesta desde la riqueza es "Claro que sí! El sacrificio te convierte en pobre"
Y que hay con ésto de:
"Estudien mucho, perfecciónense, hagan Masters y Post-Grados".
Al respecto tengo mis dudas. Cuento con 5 carreras de nivel terciario, 3 títulos terciarios y a mis 63 años no soy precisamente lo que se conoce como Clase Alta, lo cual podría justificar de un modo elegantemente estúpido diciendo que prefiero mantener un perfil bajo.
Te cuento que el éxito descarta a la gente de perfil bajo. Creéme.
Nada mejor que un ejemplo personal:
Sexagenario de cabello plateado, bastantes arrugas y mucho sol de andar caminos, con el acerbo cultural antedicho, algunos talentos naturales reconocidos y creatividad como para hacer dulce, difícilmente se me abra algún portón a los caminos del éxito tocando bocina desde una Ecosport 1.6 modelo 2005. Se entiende, no? Ok.
Ahora vamos por el lado específicamente económico. Podemos tener una idea brillante, sea para producir bienes, servicios, contenidos diversos, etc. Pero siendo todos gente grande sabemos que es necesaria una inversión de capital inicial, la que desde ésta franja social en desaparición, en el mejor de los casos no sería siquiera significativa ni para empezar. Así y todo sigo creyendo que nada es imposible.
Pero también tengo la certeza que no hay dinero que pueda comprar o siquiera detener el tiempo, y que en éste escenario de redes sociales de reels, shorts y tick-tocks, un sexagenario sin gym, sin inversión publicitaria que le banque un escenario en Maldivas o un Ferrari alquilado, definitivamente es invisible para el éxito. Abreviando: sexagenario pobre = se te pasó el cuarto de hora. Sexagenario con dinero = Viejito copado!
Cómo siempre y para no emplomarte, cierro con una reflexión:
Aunque suene muy dramático, si tuviese que volver a criar hijos lo primero que trataría de hacer es entrenarles el hábito de proyectar sus vidas mínimo a 20 años adelante. Y para eso sería muy necesario generales interés en las necesidades evidentes que ya está padeciendo este "Nuevo Mundo": alimentos, agua, salud, medioambiente y proyección demográfica.
Bueno, te dejo que yo sigo pescando. "Va plomoooo!"
Ariel Villar
RadioBlog
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