Tiempo de Guardarse (IA)❄️
- 24 jun 2023
- 4 Min. de lectura

Para quienes sabemos que el 21 de Junio representa el solsticio de invierno y nos reconocemos como parte del invento bobo apodado "Team Verano", la única esperanza se sostiene en que es el día más corto del año y en adelante, las horas diurnas comienzan a estirarse poco a poco.
Y salvo quienes cuenten con movilidad propia y una billetera capaz de llenar un tanque y bancar los gastos propios de al menos una escapada de fin de semana, para el resto será momento de guardarse en casa despuntando gustos, o juntarse con amigos o familiares, en el mejor de los casos con el fuego encendido o en la mesa de un bar.
Ninguna novedad: la ausencia de sol nos resta energía y todo cuesta un poco más. Desde salir de la ducha y vestirse hasta salir por un poco de vital ejercicio o sólo caminar que no es poco. Buen tiempo para pensar, comenzar proyectos, planificando y concretando todo el trabajo intelectual y teórico.
Y por casa cómo andamos?
Transitando y analizando la movida del momento como para no auto-percibirme segregado por ignorante, me propuse investigar sobre los ámbitos en los que la Inteligencia Artificial (IA) impone su presencia implacable orientada a instalarse como una necesidad.
Mucha tela para cortar, pero a continuación te acerco algunos resultados de la búsqueda.

Lo primero que me propuse buscar es su definición, y entre tanta ambigüedad ésta me resultó la más clara:

Desglosando palabras y tratando de no descontextualizar, lo primero que me llama la atención es: "...resolución de problemas cognitivos asociados a la inteligencia humana...".
Me surge la primer pregunta:
Debemos deducir que por ser Humanos venimos de nacimiento con problemas cognitivos asociados a nuestra naturaleza?
Y la primera respuesta que me surge es:
Habiendo nacido y crecido en el viejo mundo analógico no creo haber tenido problemas cognitivos asociados a mi inteligencia para obtener varios títulos universitarios como "Analista Programador de Sistemas", "Lic. en Relaciones Públicas", "Martillero y Corredor Público", "Idioma Inglés (lecto-escritura y pronunciación nivel Cambridge)", y algunas más inconclusas por propia decisión como "Publicidad", "Ciencias Económicas", "Música (Piano, Saxo Tenor, Guitarra, Armonía y Composición y miles de horas disfrutadas tocando y componiendo). La lista sería aburrida e interminable si le sumo todo lo aprendido en modo autodidacta, más por curiosidad que por necesidad.
Y te cuento que en ninguno de los ítems mencionados tuve problemas cognitivos o de aprendizaje asociados con la inteligencia humana. Sólo inversión de valioso tiempo y mucha dedicación y no tanta constancia como debería haber tenido.
En cuanto a la resolución de problemas debo ser honesto: los transité como todo el mundo, pero en lugar de preocuparme o pagar un par de años de terapia, me ocupé en resolverlos de la manera más Humana posible, sin perjudicar a nadie como premisa irrenunciable.
Y en cuanto al reconocimiento de patrones (un poco de ironía para condimentar), no creo que nadie necesite recurrir a la IA para saber quién es su patrón. Vuelvo al hilo. Hablamos de un patrón como un sesgo conductual común ante un estímulo externo, un trazo determinado y repetido en diversas expresiones artísticas y hasta el dibujito que hacemos para desbloquear la pantallita, para lo que no necesitamos de la IA. Es simplemente reconocerlo, recordarlo e identificarlo.
Pero siempre hay un pero.
En éste Nuevo Mundo de neuronas devastadas por la mediocridad, la ausencia de un nutrido juego de herramientas intelectuales para expresarse y desarrollarse, la paja de aprender y un ego inflamado a punto de reventar como un grano "adolescéntrico", la IA nos tienta con la sencillez de lograr cuánto querramos, siempre y cuando no asomemos la cabeza fuera del mundo virtual, o sea allá afuera, a lo que conocemos como el cuco llamado Realidad.
Preguntando se llega a Roma
Antaño, bajando la ventanilla para preguntarle a alguien con cara de lugareño, un uniformado y cuando no al mismísimo diariero o al taxista en un semáforo. Hoy a la gallega de Google o Maps. Lo único que cambió es a quien le preguntamos y lo más importante: cómo preguntamos.
Algorítmicamente hablando, la IA nos va a facilitar muchos procesos e incluso mejorarlos hasta casi la perfección siempre y cuando hagamos la pregunta correcta, ya que de toparse con una pregunta que nunca recibió, la IA intentará aprender del Humano respondiendo con otra pregunta, hasta configurar un patrón que a su criterio sea el más adecuado para la solución o respuesta que buscamos.
Tentador, no? Pero cuidado. La respuesta o solución obtenida no va a incluir principios morales, filosóficos ni religiosos, o cuestiones relacionadas con acervos culturales y creencias. Pero por sobre toda cuestión la IA tendrá siempre instrucciones muy claras sobre las cosas que No debe aprender. Y de nuevo se me ocurrió buscar información sobre la cura del cáncer mediante la el uso de IA.
Encontré muchísimas formas en las que se utiliza la IA, pero curiosamente sólo en los procesos de detección y en algunos casos puntuales, en su tratamiento.
Pero en ningún artículo se menciona la cura total y definitiva del cáncer por medio de IA. Más que obvio: si se la programa para encontrar la cura definitiva, qué hacemos con la Industria Farmacológica MutiBillonaria dedicada a los tratamientos oncológicos?
Nomás en la primer búsqueda me topé con éste resumen:

No aclaremos que oscurece, y para muestra basta un botón, decía mi Abuela.
Inexorable como la misma muerte.
Desde una mirada a través del triángulo del cíclope que todo lo ve, es inevitable imaginar una segunda vuelta de la Maratón 2020, ésta vez sin el trabajo de engendrar ningún bicho embarbijador.
La Edición 2030 va a estar a cargo de Doña IA que, utilizada para detectar afecciones clasificadas como No Deseadas y entrenada con la metodología de Adolf Hitler en cuanto al mejoramiento de la raza Humana, va a decidir rápidamente mediante consultas clínicas virtuales que medicamento administrar, decidiendo quien vive y quién no, en la más indetectable eutanasia en la historia de la Humanidad. Un plan siniestramente perfecto.




Una vez más en la historia de nuestra civilización, tendremos que ver qué hacemos como Humanos/Arqueros atajando tantos penales pateados por el Messi de la tecnología, en la final por Copa del Mundo.
A menos de 7 años del 2030, espero llegar a gritar el gol de la victoria, con pocas tarjetas rojas, aunque terminemos sin luz en el Estadio.

Ariel Villar
RadioBlog
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