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Todos tenemos objetivos, metas y proyectos. Muchos le damos para adelante con la certeza de la constancia como única forma de lograrlo. Pero, tenemos realmente claros esos "objetivos"?
A ver: fonéticamente "objetivo" se asocia como un "blanco" al que hay que dispararle. Un dardo clavado en el centro como motivador de un logro. En principio si. Pero si el objetivo no está claramente definido, difícilmente vamos a poder "dar en el blanco". Nomás apuntar hacia dónde dirigir nuestras acciones se vuelve difícil.
Y mucho más aún en un contexto de incertidumbre como el que nos toca.
Es fácil deducir que el camino va a ser complicado, más aún guiados por la "gallega" del Maps representada por las constantes actualizaciones de nuevas posibilidades y recursos de los que ella se entera bastante tarde. Pero todo tiene solución y muy especialmente cuando la tenemos presente desde el inicio mismo del proyecto: "tener un plan!".
Si bien necesariamente tiene que ser flexible y adaptable a los cambios, es fundamental determinar pequeños pasos o escalones y especialmente sus plazos para concretarlos en el tiempo. Y para comprender ésto, nada mejor que un detalle por pasos:
1. Idea. Determinar "Que" queremos, con lujo de detalles, y no caer en la trampa del "Como", que va a ser el implacable palo en la rueda cada vez que intentemos avanzar. Determinado el "Qué" sólo tenemos que ponernos en movimiento.
2. Ya en los primeros pasos vamos a darnos cuenta que desconocemos muchos detalles y herramientas necesarias, y el primer "manotazo de ahogado" es buscar la tercerización de esa parte. En principio es una solución pero tiene su costo, en dinero o en tiempo. Y como buenos emprendedores si hay algo que no nos sobra es dinero. Y encomendar la tarea a terceros implica un detalle minucioso de lo que se quiere lograr, y en este punto aparecen las sugerencias, alternativas e imposibilidades "técnicas" que inexorablemente deforman el producto que deseamos obtener. Y ese tiempo valioso lo pagamos dentro del presupuesto del tercero elegido.
Pero existe también la alternativa de aprender a hacer todo cuánto no sabemos que, además de ahorrarnos unos cuantos pesos, y aunque parezca un alto en la marcha, estaremos engrosando la parte más valiosa de nuestro capital: el conocimiento.
3. Festejar cada pequeño logro! Parece trivial, pero es el secreto para disfrutar el camino del crecimiento y el combustible del motor que nos impulsa. Aplaudirse uno mismo, felicitarse, lejos de implicar un ego exacerbado, es una forma de mirar para atrás y ver todo el camino recorrido.
4. Señales! Cualquier traba o escollo que encontremos en el camino es signo que vamos en la dirección correcta. Las esfinges de aspecto amenazante en la entrada de los antiguos templos tenían la misión de intimidar a los "buscadores", pero la lectura de letra chica podríamos traducirla como un guiño que nos anima a trasponerlas porque son un claro indicador que detrás de ellas hay algo valioso.
5. Resultados. En cualquier área en la que nos aventuremos, nunca tenemos que esperar grandes resultados en forma inmediata. El "mercado" tiene sus tiempos naturales de reacción, adaptación y costumbre. Y es en este punto donde debemos poner toda nuestra atención a la calidad, la seguridad y la confianza de nuestros receptores, usuarios, clientes, Lectores y Oyentes. Las estadísticas son una buena herramienta pero de ningún modo definen el éxito. El mejor ejemplo lo tenemos en las redes sociales: lo que hoy es viral, mañana desaparece con la misma rapidez. Y si nuestro proyecto busca permanencia, no es la mejor receta.
6. Hiper-Conexión. Creer en un emprendimiento "desconectado" es sencillamente "lapidario". No tenemos dudas de la magia de leer un libro en papel, pero también conocemos sus costos y procesos de edición, publicación y venta. Y concretar está última sin una adecuada y también costosa presentación, es condena al fracaso. Momento de entender y aceptar que no todos nuestros potenciales receptores cuentan con móviles de alta gama o conexiones veloces. Una gran mayoría de usuarios evita la descarga de aplicaciones por falta de memoria operativa, por lo que sencillamente los estamos desestimando.
7. Cerrando para no emplomar: una buena combinación de atractivo, originalidad, practicidad y creatividad de contenido o producto, va a ser la clave de un crecimiento que tal vez nos parezca lento, pero sin dudas va a ser constante y duradero.
Y más importante aún: estar siempre preparados a modificar cualquier proceso, herramienta o recurso.
Éxitos en el logro de tus objetivos!!!
Ariel Villar
NBA Productora
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