Volviendo de llevar a los chicos al colegio y con la gratitud de no cargar con la locura conurbana de lunes sobre los hombros, casi por costumbre y también por gusto pongo la radio del auto para escuchar la Radio más escuchada del país.
Más allá de la superficialidad de la producción tirando temas en la mesa del equipo para que los desguacen con opiniones muy cortas de conocimiento en los escasos minutos de aire entre publicidades, estado del tránsito, del tiempo y promos, me llama la atención que siga siendo la Radio FM de mayor audiencia de Argentina, sin tocar siquiera de cerca alguno de los tantos temas importantes que nos aqueja como sociedad, sin necesidad de tocar temas políticos o religiosos.
Habiendo tantos temas interesantes que tenemos para tratar de mejorar como sociedad, pero sobre todo como individuos, en los que se pueden lograr aportes interesantes por parte de los integrantes del equipo, da la sensación que en el amplio Target para el que se diseña este estilo de Radio, poco encaja el marcado tono de frivolidad de los comentarios y aportes de todos los integrantes del grupo y su conductor.
Da la impresion que el éxito de audiencia se sostiene con esa gran distracción de los problemas, tocando temas de consumo, compras, salidas y más, a los que la mayoría de esa audiencia masiva a la que se apunta no puede acceder, aún rompiéndose el lomo 24/7, pero siempre escuchando la Radio, claro.
Más que claro que las cabezas de la emisora supieron captar y adaptar la esencia del éxito de las redes sociales, que facilitan que las personas puedan aparentar lo que no son, mostrar lo que no pueden tener o más aún, ser lo que no pueden ser.
Otra forma de pan y circo con la que la audiencia se distrae, se achata, y escucha hablar de empatía a un grupo de panelistas opinólogos, que dedican casi todo el programa a comentar sus salidas a cenar, sus viajes, sus compras compulsivas de zapatillas caras, ropa, y cosas que hoy se consideran un lujo (y que bueno que lo puedan hacer), para que los escuche una audiencia que no para de quejarse porque no llega a fin de mes.
Cierro sumándome a no pocos que advierten sobre la mentira de las redes sociales dónde nada es imposible de truchar y todo es Fake, con la misma mirada sobre lo que se escucha en las Radios de mayor audiencia, a las que se les están agotando los recursos para sobrevivir en un mundo cada vez menos humano y carente de sentido común, para el que el Streaming ya no es novedad y al que cualquiera tiene acceso, siempre que tenga algo para mostrar más abajo de algún grado de inteligencia.
Panelistas, comentaristas, locutores, conductores, periodistas. Pero ya casi nadie con la capacidad de narrar (contar) una historia breve, muy breve, que sin intervención de terceros comentarios desenfocados, distractivos y ordinarios, sea capaz de captar la atención del Oyente y movilizar su imaginación.
Imaginación: algo que jamás podrá lograr la Inteligencia Artificial.
Ariel Villar
Café Temperley
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