El disfráz social costumbrista de la "Noche Buena" se perfila cada vez más como el lobo con piel de oveja. Más allá de lo comercial "legal" que no es poco, la ignorancia social mueve cada año más dinero pagando bien caras todo tipo de actividades "brujeriles", cuyos "vendedores-brujos" aseguran el éxito de sus trabajos para lograr los caprichos esquizofrénicos más variopintos.
Tal vez producto de la desesperación, la opresion social, pero más aún de la cultura de la ignorancia transmitida de generación en generación, en el "conurbano global", es decir, "el culo del mundo", las heces de la mediocridad siguen alimentando costumbres de gualichos, rezos apócrifos, y a empoderados "mano-chantas" que creen tener cada vez más poder sobre terceros que si quiera conocen.
Una vez cierta "brujilda" pasajera que se subió al estribo de mi camino por algunos kilómetros, intentó inocularme el chip del terror al poder de las tinieblas, desde su disfráz de "misionera angelical de magia blanca". Logró arrancarme una sonora carcajada cuando dijo: "hay gente muy mala y que tiene muchísimo poder". Fiel a mi Innata acidez vomitiva, respondí:
"Que venga y me lo demuestre: si es capáz de detener una bala de 357 disparada a quema ropas, le voy a dar su merecido crédito, en cuyo caso no estaríamos hablando de brujería, sino del mismísimo Superman".
Mi ilustre Madre decía: "Los cambios deben ser súbitos. Sino, son acostumbramientos". Y nada más alejado de cualquier acto disrruptivo en nuestro diario devenir, que el hecho de acostumbrarnos a lo que no nos gusta, en pequeñas dosis de pinchacitos anestesiados por la tolerancia y en nombre de la empática convivencia.
Pero una de las características del escroto de nuestra personalidad más notable, es su elasticidad. Pero también tiene un límite, que generalmente notamos cuando ya es algo tarde, al mirar el camino transitado y ver que vamos dejando 2 pisadas y una canaleta central continua, expresión conocida como "hacer surco con la bolsa de las pelotas".
Ejemplos comunes? Dale!:
El en marco de una armónica vida solitaria en nuestro santuario zen, las cuestiones mencionadas ni se asoman. Tanto, que para el ávido consumidor de magia trucha somos como la "manzanita de la tentación"! Argamasa de apariencia blanda y fácil de moldear. "Bocado di cardinalle!"
Un comienzo de aventuras idílicas de media noche se convierte en autorizaciones de pernocte y desayuno sin cargo en bolas de una tórrida mañana de Domingo. Ideal! Sabiendo que en un par de horas llega el remis salvador de nuestra Libertad Incondicional.
Pero cuidado! Somos bichos de costumbre, y lo que hoy no pasa de un par de prendas íntimas desparramadas por el campo de batalla, termina en una búsqueda del tesoro para encontrar el puto boxer que tenés ganas de ponerte.
Claro, la flor más bella, en la inocente intención de anotar puntos en el tablero, mandó todo junto al lavarropas mientras te pegábas la santa ducha matinal.
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La "cocktelera" se nos agita más temprano de lo acostumbrado y la calmás con un: "no pasa nada! Una muestra de cariño un poco desordenada nomás". Listo Man. Ya tenés la primera dosis en el torrente sanguíneo.
"El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos", los salamines y latas de cerveza empiezan a escasear en la heladera hasta desaparecer, reemplazados por una dieta sana y equilibrada, y tu espacio personal del placard se achica cada vez más y todo mezclado y amontonado. Y no decís nada, tal vez considerándolo buen precio a cambio de sentirte "atendido como un Rey".
Al mejor estilo Galtieri y drogado por un cuestionable sentido patriótico, acabás de regalar tu territorio, tu nacionalidad personal y tu invaluable paz interior.
Después si querés hablamos de vacunas...
Noches ajetreadas de sexo maratónico y del mejor, creativo y hasta surrealista. El sudor se enfría placenteramente con la brisa del ventilador y con suerte bajo el aliento de un aire acondicionado en 22 grados, y nada más liberador que estirarse atravesado en tu "king-zize". Pero tus pies se traban con unas piernitas tiesas mientras escuchás una vocecita dulcemente dormida que te dice: "estás bien amor?"
Tu estado "alfa" mira la hora en el móvil y tu conciencia social lo frena diciéndole que es muy tarde para pedirle un remis. Acabás de darle vía libre a los chinos en tu plataforma continental.
"Pero el amor es más fuerte!"
Y entonces empezás a reconstruirte desde los cimientos sin darte cuenta que estás usando los mismos escombros apilados en el fondo por "acumulador compulsivo", sosegando a tu peluca "libertaria" con boludeces tipo: "naciste para dar amor"; "la vida es compartir"; o hasta imaginas libros con títulos tipo: "Los sueños y la Familia"...
Pero al mismo tiempo el diablito del hombro izquierdo te señala la moto llena de polvo y usada como perchero de sombreros de otros tiempos, y todo lo que representa: Libertad Individual, aventura sin cuidar de pasajeros, elección egoísta del camino, asfalto, tierra, ripio o barro, ausencia de reversa o marcha atrás, y la autoridad absoluta para elegir el destino!
El diablito la pone en marcha y la sacás para ir a comprar puchos (hasta el kioskito de la AM-PM de la entrada a San Clemente).
Pero lo loco es que en Chascomús ya te duele la espalda. Pensás en que "20 años no es nada", que habría que ir pensando en cambiarla por una más cómoda, o modificarle el asiento y mil huevadas más, para no reconocer que aunque saliste solo, llevas la responsabilidad de una Familia sobre las cervicales...
Cafecito en la Laguna. Llenás el tanque y volvés tranki 120 por la 20 a Ranchos y la 29 a Brandsen.
El resto es paciencia de chatitas a 30 kilómetros por hora, lomos de burro cada 200 metros, boludos de fin de semana y el final de un sueño que termina con el rechinar del motor caliente, la luz del taller apagada y la sensación de que ya no sos el mismo.
Y en casa todo bien. Salvo algunos detalles menores como que cuando vas a colgar la campera de cordura la percha del taller ya no está en su lugar, ni en ninguna parte de la galaxia.
El diablito suspira como diciendo "es al pedo", y el angelito del hombro derecho te muestra la heladera con algo de hambre, mientras escuchás una casi susurrada sugerencia para ir al chino a buscar algunas cosas que hacen falta...
Me desconozco. Pero no me olvido. Y eso, eso es una bomba de tiempo...
Ariel Villar
RadioBlog
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Ariel Villar
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