Sucede que siempre estamos buscando. Buscamos algo que nos haga estar un poco mejor o algo que nos haga sentir bien, sea desde lo económico, lo afectivo o la realización personal.
Pero convengamos que somos muy pocos los que buscamos algo que sea bueno para los demás, y no hablamos de nuestras familias y seres queridos, sino de desconocidos que seguramente también buscan o esperan algo, incluso sin saber exactamente qué.
Más allá de los estereotipos sociales y la herencia del aprendizaje, una gran mayoría desconoce cual es su misión en este plano de existencia. Y muchos tal vez estén trabajando en ello sin siquiera saberlo. De hecho hay gente que está en este mundo simplemente para hacernos reír, y de hecho lo hacen sin siquiera saber que esa es su misión. Gente que aparece en nuestro camino y nos da una mano en el momento que más lo necesitamos, gente que nos escucha justo cuando sólo necesitamos eso, sin consejos, sugerencias u opiniones. Y seguramente nos ha pasado alguna vez que esperando que aparezca la persona con la que siempre contamos, no da señales siquiera de haberse enterado de lo que nos pasa, lo que nos precipita con algún juicio sin pensar que tal vez saben lo que nos pasa y entienden que su ausencia nos va a ayudar mucho más que su apoyo.
Pero volviendo al motivo fundamental para el que estamos en éste mundo, es muy común que no lo sepamos o que con suerte, lo descubramos ya bien de grandes.
Si, claro, indiscutiblemente el primer objetivo que tenemos es ser felices. Pero, qué nos hace realmente felices tanto desde lo personal como desde lo social? Si, también en un todo de acuerdo que la felicidad es un estado que se elige, y que no depende de bienes materiales que excedan lo mínimo indispensable para vivir, descontando una razonable buena salud que siempre se agradece. Pero seguramente y tal vez con cierta relación oculta con nuestro ego, estarás de acuerdo en que nos sentimos muy bien cuando hacemos algo para al menos mejorar por un rato la vida de alguien más.
Y sabés una cosa? Las personas que dicen no tener pasiones y se dan cuenta de eso, terminan descubriendo su verdadera pasión, su misión en este plano de existencia. Eso por lo cual superan fácilmente horas de sueño y cansancio, y que hace que el tiempo deje de tener sentido.
Por eso hoy te propongo que te hagas una pregunta y que intentes tu propia respuesta. Y si no aparece ninguna, ya tenés algo por qué luchar: encontrar la respuesta. La pregunta?: "A qué viniste a éste mundo?"
Mientras tanto te propongo un juego: suponiendo que no existan impedimentos de ningún tipo, qué propondrías para hacer de éste mundo un lugar un poquito mejor, en lo que puedas involucrarte directa y personalmente?
Personalmente me haría muy feliz leerte en los comentarios (abajo de todo) y con tu aporte armar un lindo capítulo de MyR 23, mechado con buena música.
Desde ya infinitas gracias por tu tiempo!!
Ariel Villar.
RadioBlog
Comments