Capítulo 1
Fernando Javier Villar.
Uno de mis Gemelos.
Podría hablar de amores de pareja, o del infinito amor de nuestros Padres, pero nada se puede comparar al Amor más Grande sobre la Tierra: el Amor a nuestros hijos. Podría escribir mil frases trilladas pero sería como reflejarse en un espejo común, pero sucede que se trata de "Mis Hijos":
Fernando, Jerónimo, Samanta y Miranda Villar.
Y hoy te quiero contar un pedacito de historia real, que por pedido de Fer empieza hoy mismo y como el primero de los 4 capítulos, cada uno dedicado a las vivencias con cada uno de ellos y lo más importante: motivarles y potenciarles sus pasiones, esas que sin duda y por experiencia de mi propia infancia, fueron a marcar el camino de sus vidas.
Todo empezó con un joven amor de secundaria, tal vez no tan pasional como podría imaginarse, pero extrañamente lleno de proyectos a futuro que se veían posibles a pesar de la siempre difícil situación socio-economica del país. Pequeños grandes sueños como una gran ensalada primavera, tal vez producto de nuestro acervo latino, mezclados con locuras líricas que poco tenían que ver. La casa propia, 4 hijos hermosos y sanos, algunos viajes y un futuro para ellos lleno de amor y oportunidades. Para un 2022 como el que nos toca a una gran mayoría, suena como a mucho. Sin embargo y como una de las pocas coincidencias que tuvimos con Andrea, su Mamá, siempre supimos que la palabra "imposible" no existía en nuestro vocabulario.
Todo muy lindo: boda sencilla y familiar, luna de miel aventurera por caminos vírgenes de Sierra Cordobesa aún poco pisoteada a bordo de una Citroneta 3CV sin rueda de auxilio y moteada de antioxido, cuando se empezaban a materializar los primeros 2 años de matrimonio sin hijos, justamente para poder viajar.
Y viajamos. Mucho. Pero como viajeros, no turistas. Citroneta transformada en Camper con un colchón en la caja y panorámica con vista al mar en cualquier playa de la Costa, de culata al agua y con el portón trasero abierto para ver el sol reviviendo el horizonte.
Pero al cabo de 2 años corría 1983 sobre una flamante democracia entre horas de bancario interminables y fines de semana como músico, con poco dinero y pocas horas de sueño, alimentando mi lado bohemio. Pero el otro, el lado más realista y humano, empezaba a germinar en pareja y a delinear los primeros bocetos de una "Familia". Los descuidos anticonceptivos no programados sincronizaron el descanso del dispositivo con el olvido de una pastillita y las ganas viscerales de ser padres.
A la una, a las "DIU", y a laaaasss: DOS. Si. Dos!!!
La cara de preocupación del obstetra con una rudimentaria ecografía en mano, buscando cómo decirnos lo que significaba ese huevo con dos circuilitos pegados adentro. Nuestra carcajada unísona lo dejó helado como el postre que nos comimos en la casa de té y tortas mientras pensábamos nombres en ambos sexos, que por entonces eran sólo dos.
Y no te puedo explicar cómo se siente la mezcla de felicidad sublime y el cagaso más grande que un hombre pueda experimentar. Superado tal vez por la inconsciencia de unos jóvenes y soñadores 23 años.
Nacieron sanos, por la Gracia de Dios, y por decisión de la Madre: por cesárea, la que fue respetada y acompañada a condición de presenciarla, para poder ser la primer cara que vieran, y darles el primer susto de sus indefensas vidas. Pobres pibes!, pensé. Van a odiar a la cigüeña, y a toda cosa que vuele piloteada por alguien!
Salieron fierreros de sangre, los dos! Pero Jerónimo se ve que me leyó el pensamiento y es el día de hoy que es más difícil de subirlo a un avión que a Mario Baracus. Vuela si, pero sobre cualquier cosa que tenga motor y vaya con las ruedas en el suelo.
Pero a Fernando se ve que la escoliosis postural y temporal lo puso de cabeza y torcido a cualquier idea de quedarse en el suelo.
Iban creciendo y la imaginación de ambos se perfilaba en dibujos de autos y aviones.
A los 5 años desde la sala de espera del pediatra reconocían marca y modelo de cada auto que pasaba por el ruido, ante el asombro de los asistentes: "Pancol" (Falcon); "Fia" (Fiat), "Chebolé" (Chevrolet); "Puyó" (Peugeot); y así. El "Woon" era la autopista, porque como íbamos en un DKW también moteado de manchas grises de antioxido y a unos increíbles 90 kilómetros por hora, el resto de los autos en la Riccieri nos pasaban como si fuéramos marcha atrás, y el ruido que ellos escuchan era: "Woooooonnnn"!!! Al DKW le decían el "Coneto", abreviatura generada cuando nos cruzábamos a otro Auto-Union y yo les decía: "Miraaa! Un tutú como el nuestro! Siii, decían: Tutú Coneto!!" Y le quedó "Coneto".
Secundaria en el Instituto técnico San Bonifacio con poca enseñanza técnica, demasiada ideología teológica y mal ambiente. Los "Melli" empezaban a definir sus personalidades "intercambiables" que si bien nos dijeron que era tan normal como el hecho de su conexión telepática demostrada en sus primeros gateos, yo llegué a pensar que nos estaban jodiendo por diversión para confundirnos. Jero se fascinaba con el sonido de un V8 o de una moto de pista, y Fer no paraba de mirar el cielo, nombrando marca y fabricante del avión que pasaba. Y aquí comienza el primer Capítulo, enfocado en Él.
Mientras que Jerónimo investigaba las bondades y orientación de la "Confederación Suiza" en el Once, ahí, al toque de Temperley (hora y media de tren y subte), un día el Tío Dany, mi Amado y único hermano, empleado judicial en el Civil y Comercial 1 de Quilmes y tan fierrero como nosotros, llegó con la noticia de un colegio secundario dentro de la "Base Aérea de Materiales Quilmes".
Pasando aún por un no deseado período sin movilidad propia, nos tomamos el 278 y fuimos a conocerla.
No te puedo explicar la carita del Flaco cuando vió de cerca y hasta tocó con sus dedos largos y flacos los aviones ahí, al lado y de cerquita! Eran reales!!.
Ok, le dije. "El año que viene arrancás acá".
Estudió como enajenado y rindió las equivalencias. Arrancó el año lectivo. Se levantaba sólo 5:30 de la mañana, a veces yo le hacía las tostadas y el desayuno, y en pleno invierno arrancaba las 5 cuadras hasta la Estación de Temperley para tomarse un atestado 278 hasta la Base, cagado de frío, con las únicas zapatillas "mediopelo" que le podíamos bancar y los 2 pesos para comer algo a medio día, de los que sólo usaba 1 peso y el otro lo guardaba para salir el sábado a la noche. Te cuento ésto y siento una mezcla de orgullo y dolor. Nada puede apretar más el pecho de un Padre que no poder darle un poco más que ni siquiera alcanzaba para lo que necesitaba. Lloré tantas veces mientras, además de ser empleado bancario, me pasaba los fines de semana instalando termotanques y estufas de tiro balanceado, y manejando remises de noche para no matarles los sueños.
Pero tanto Fer como Jero me secaban cada lágrima sin saberlo, como cuando hicieron arrancar su primer scooter oxidado recibido como pago después de dos fines de semana cortando pasto. Mis genes estaban a la vista.
Fer se recibió con excelentes notas, y con sus compañeros armaron un avión ultra-liviano que pudo volar. Pero pasaba el tiempo y se desanimaba cada vez que veía los costos de su pasión. Se deprimía. Tal vez por instinto de Padre y sin tener un manual o instructivo de cómo criar hijos, le hice imprimir un Currículum y una fotocopia de su título de "Técnico Aeronáutico". Lo metí dentro de un sobre de papel madera que pedí en mi sucursal, y a Él con el sobre bajo el brazo arriba del tren y del subte, mientras refunfuñaba camino al edificio de personal de Aerolíneas Argentinas en Paseo Colón. Dejamos el sobre. Volvimos. Una semana, y nada.
Le hice acordar cuando los sábados íbamos a tomar mate a la Costanera, colgados de la reja de la cabecera de pista de Aeroparque mirando los enormes y ruidosos 737-200 y la emoción cuando veíamos la manito del Comandante devolviendo nuestro efusivo saludo desde la cabina! Cuánta emoción! Gritábamos cuando aceleraban a fondo para carretear el despegue con el ruido golpeándonos el pecho!!!
Y yo le decía: "Algún día vas a estar del otro lado de la reja hijito!!"
Al otro día de nuevo: CV, Título, sobre, tren, subte, refunfuño y caminata. Asensor, quinto piso y otro sobre al cajón. Dos semanas después del tercer sobre, Fernando me dice con ojos brillosos: "Pa, me citaron para el Psico-fisico"!! "Viste cabeza de adoquín?, que todo llega?"
Lo llevé hasta cerca de los lagos de Palermo en moto. Lo aprobaron. Salió y me dijo: "ahora hay que ver si me llaman". "Hijo: si te hicieron hacer el Psico-fisico es porque ya estás adentro!"
Entre medio y tal vez confundido desde lo cronológico, un fin de semana fuimos a ver un festival aéreo en el Aeródromo de Gral. Rodríguez. Nos acercamos a un hombre algo mayor y su esposa, que acababan de bajar de un ultra-liviano biplaza. Fer se distrajo con otro aparato mientras yo le contaba al piloto acerca de la pasión del Flaco, a lo que el hombre me dice: "mirá, si me compras un bidón de 5 litros de combustible lo llevo a dar una vuelta. Vine con mi señora porque es lo que amamos, pero me quedé sin guita y la verdad, soy docente. Por este mes ya no puedo volar más". Volví con el bidón, repostó combustible y yo lo llamé a Fer. Vieras la cara de ese pibe cuando el hombre le dijo: "subí, abrochate el cinturón y ponéte los auriculares". La sonrisa le comía las orejas!!! Y a mi no me entraba un alfiler en el tujes. Lo ví despegar y lloré a carcajadas. Seguí toda la vuelta por contacto visual con las puteadas de la Mamá de fondo, hasta verlos tocar tierra en un Landing perfecto.
La carita!!!! Por Dios!!! El piloto se acerca y me dice: "voló antes, no?"
"No! Es su primera vez!" Y me dice: "Mirá: arriba le di los mandos. Al ver qué lo llevaba tan prolijo lo hice virar, e instintivamente le levantó la naríz al avión para que no perdiera sustentación ni altura. Le pregunte por qué lo había hecho y respondió lo mismo. Le corté el motor de sorpresa a ver qué hacía. Tuvo la intención de hacerlo levantar y le dije que no! Sólo déjalo caer hasta que agarre velocidad, y recién ahí lo llamás para que suba de a poco. Lo hizo perfecto!!! Este pibe nació para volar. Tiene una conexión con los aviones increíble!!"
Gratitud Infinita para ese Hombre-Piloto de quién no recuerdo ni su nombre.
El Flaco? Durmió todo el viaje de vuelta, tal vez soñando su futuro que acababa de nacer.
Al año siguiente volvimos al Show aéreo y cuando me di vuelta siento que me grita: "ya vuelvo Pa!!!" asomando la cabecita desde la avioneta que despegaba!
Pasaron los años y mis cincuenta y picos me encontraron en mi primer vuelo de línea rumbo a Calafate en un 737 de Aerolíneas. Emoción absoluta!
Se acercó la azafata preguntando si deseaba algo para tomar y muy respetuosamente le mencioné que mi hijo era técnico en Aerolíneas y que me fascinaría conocer la cabina en vuelo. A los pocos minutos volvió diciéndome que el Comandante me esperaba. Mientras agradecía una y mil veces pude reconocer algunos instrumentos mientras admiraba un cielo soleado con los picos nevados de la Cordillera de los Andes, a través de los cristales de cabina de un 737!!! Y el comandante, un muchacho muy joven me decía: "Ya sé quién es tu hijo, es igual a vos!" Casi me orino encima.
La escala en Bariloche fue un tanto movida. Inolvidable, creéme. Un ascensor indeciso. Y un regreso con aterrizaje impecable con una importante tormenta eléctrica sobre Ezeiza.
Que no podía pedir más?
Un poco antes de la pandemia Fernando hacía ya tiempo que estaba en los hangares de Aerolíneas Argentinas en Aeroparque. Un Domingo salimos con Rosa, mi actual esposa y sus hijos a dar una vuelta. Paramos frente a la reja para ver los aviones. Lo llamé a Fer que estaba trabajando y le digo:
"Sabés dónde estoy? En el mismo lugar donde te dije que cuando fueras grande ibas a estar del otro lado"!!
Y responde: "Vos sabés Pa? Hace un rato miraba la reja desde la cabina de un '37' que estoy revisando y me acordé de cuando estábamos de ese lado. Y hoy estoy acá gracias a Vos, a tu apoyo y tu esfuerzo y el de Mamá. Gracias Pá!!! Corté. Y lloré mucho mirando un despegue. Emoción absoluta.
Hoy Lunes, 14 de Noviembre de 2022, y en oportunidad de una visita fugaz de Fer para unos trámites, compartimos juntos 142 kilómetros de intenso tránsito citadino por CABA. Fer vive en Dina Huapi, a pocos kilómetros del Aeropuerto de San Carlos de Bariloche, donde es parte de un selecto y pequeño grupo de Técnicos Aeronáuticos que asisten, re abastecen y reparan a todos los vuelos, muchas veces bajo intensas nevadas y temperaturas bajo cero. Querido por Comandantes y Copilotos por su confiabilidad y alto grado de capacitación y responsabilidad profesional y su buen trato.
Al dejarlo en Aeroparque para su regreso a casa y mañana al trabajo, nos abrazamos como siempre, como cuando eran chiquitos, al punto de llamar la atención del concurrido hall.
Me agradeció mil veces, todo el día, mientras hablamos de todo.
Le dije: "Buen Vuelo Hijo! Llego a casa y te sigo el vuelo por FlightRadar24", una app que permite seguir la trayectoria por número de vuelo en tiempo real que usamos siempre. El mismo con el que sigo a Miranda cada vez que vuela por Europa. (Papá tóxico🤪).
Al tocar tierra en BRC (Bariloche) recupera señal y me escribe:
(Permiso Hijo, copio tu mensaje de Whatsapp):
"Si podes dedicame una historia narrada en audio desde como veiamos los aviones detrás de la reja en Aeroparque, como el tío nos contó que habia un colegio aeronáutico en quilmes, que fuimos en el 278 a conocerlo, me llevaste a reuniones en el ciclomotor, me regalaste con la poca guita que tenias dos vuelos bautismo, hoy estoy aca, viviendo un sueño, dandole una buena vida a mi familia, dandome los gustos y poder elegir lo que quiera, gracias a VOS, con el "dale, con averiguar no perdemos nada" me acompañaste en todas las locuras, y sobretodo, la gente me quiere, porque? Por que soy de buena madera, eso no lo da el mejor colegio, no lo da la plata, lo dan los viejos día a día con solo estar, solo siendo como sos, con tus defectos y virtudes, me haces pasar calores con mr fabio jajaj, pero nunca, pero nunca dudes de cuanto te amo, y que se que estoy donde estoy y soy lo que soy, gracias a vos y a mamá, GRACIAS!!! 🙏🏼🙂"
Las Luces de mi conrazón:
Genes...
(Por ahora te debo la versión "audio" Hijito. La voy a grabar cuando deje de moquear cada vez que lo leo.
Te Amo infinitamente tanto como a tus hermanos!! Nos vemos en Enero en Dina Huapi. Prendé el fuego.)
En algún momento del día hablamos sobre mi, sobre Rosa y los chicos que, o casualidad, están cursando los primeros anos de secundaria. Y Fer me dijo que con sus hermanos llegaron a la conclusión que volví a elegir ésta vida porque me hace sentir joven. . .
Tal vez. Pero también siento que el Amor está siempre dispuesto a empezar de nuevo, y hasta a intentar hacerlo mejor. Y en mi caso, tal vez sea lo que realmente vine a hacer a éste plano de existencia, a dar, a empujar, a levantarle claramente el dedo mayor al miedo de quienes amo, y tal vez a demostrar que la mediocridad o el éxito no es una cuestión de suerte, sino de determinación, de profunda pasión y deseo, y de unas infinitas ganas de aprender.
Y a Vos, querido Lector, Gracias por el aguante y por leer. No sabés lo que es estar disfrutando de éstos maravillosos regalos de la vida, en total consciencia y excelente salud.
En los próximos días sigo con Jerónimo, mi otro gemelo, mi otro Tigre! Y Después con mis Grandiosas Mujercitas!
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Bienvenidos!!
Ariel Villar
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