Amores Complicados
- Ariel Villar

- 2 nov
- 3 Min. de lectura

Versión Audio:
Texto:
Dicen que el amor se volvió complicado.
Pero no fue de golpe. Fue de a poquito…
Como el café que se enfría mientras mirás el celular.
Hoy, desde Café Temperley, te invito a escuchar diez historias.
Diez amores…
de esos que parecen distintos, pero al final… son todos el mismo.
Capítulo 1 – El chat azul
Lucía y Pablo se reencontraron por Facebook después de veinte años.
Ella recién separada; él, casado pero aburrido.
El primer “¿te acordás de mí?” fue la puerta al desastre.
Charlas eternas, emojis, audios, y una cita “solo para charlar”.
Terminó como siempre: en un hotel con olor a perfume barato y culpa cara.
Duró tres meses.
Ella lo bloqueó.
Él todavía ve publicidades de hoteles.
Capítulo 2 – Selfie en la tormenta
Majo sube todo. Absolutamente todo.
Su relación con Nico fue un reality sin contrato.
Cuando se pelearon, los seguidores pedían “parte dos”.
Se reconciliaron… y los likes se duplicaron.
El amor, esta vez, no pasó por el corazón.
Pasó por el algoritmo.
Capítulo 3 – El casado del Gym
Lucho, 48, abdominales de piedra y matrimonio de utilería.
Se sintió joven otra vez con Brenda, la profe de treinta.
Todo iba bien hasta que ella subió una foto con otro tipo.
Lucho comentó desde una cuenta falsa:
“Te quedó chico el traje de moral”.
Su mujer lo vio.
Fin del entrenamiento.
Capítulo 4 – Tinder sin filtro
Marta, 52, divorciada, valiente.
Después de 87 “no me gusta”, encontró a Fabián, viudo reciente.
Cenaron sushi en Las Lomitas.
A la tercer cita, él le pidió plata “para un trámite del seguro”.
Nunca más lo vio.
Marta volvió a Tinder y cambió la bio:
“Busco aventuras. De las caras, ya tuve.”
Capítulo 5 – Amores de pantalla
Lautaro, gamer. Abril, influencer.
Se amaron por Twitch, se pelearon por WhatsApp.
Nunca se vieron.
Ella subió una historia con la frase “gracias por tanto”.
Él respondió en un stream:
“Era todo roleplay.”
Miles se emocionaron.
Nadie se enamoró.
Capítulo 6 – El novio de Mamá
Camila sospechaba.
El tipo era simpático… demasiado.
Una noche le escribió por Instagram:
“Vos sí entendés las cosas, no como tu vieja.”
Camila lo expuso con capturas en el grupo familiar.
La madre cambió la cerradura.
Él sigue subiendo Reels sobre “autoestima”.
Capítulo 7 – Barrio privado
Claudia y Ricardo, matrimonio de country.
Ella con el jardinero. Él con la secretaria.
Los dos descubiertos por las cámaras del barrio.
La infidelidad ya no se paga con lágrimas.
Se paga con Wi-Fi.
Capítulo 8 – El mensaje que no era para vos
Un click.
Un mensaje equivocado: “No sabés lo bien que besa.”
Era para una amiga. Llegó al marido.
Silencio.
Después, gritos, platos, portazo.
Y un vacío que no se borra ni borrando el chat.
Capítulo 9 – Reencuentro en la estación
Ella bajó del tren en Temperley.
Él subía.
Se miraron y el tiempo se detuvo.
Hablaron como si el pasado no pesara.
Se prometieron volver a verse.
Nunca lo hicieron.
Pero cuando el tren pasa, ella jura sentir que él sigue ahí.
Capítulo 10 – El amor por delivery
Él reparte pedidos en moto.
Ella pide siempre “sushi para uno”.
Entre entrega y entrega, nació algo.
Un día, él dejó una nota:
“¿Te gustaría comer algo que no sea delivery?”
Ella sonrió.
Pero el próximo pedido lo trajo otro.
Epílogo – Encuentro en el Café.
Un viernes cualquiera.
Lucía, Lucho, Marta, Camila, Claudia, el repartidor, todos ahí.
En el mismo bar.
Cada uno mirando su pantalla.
Afuera, la lluvia.
Adentro, el reflejo del tren azul pasando.
Nadie mira a nadie.
Pero todos sienten lo mismo:
que amar, hoy, es como abrazar una sombra entre notificaciones.
Y que, de algún modo, justo ahí,
todos están más cerca que nunca.
Ariel Villar
Café Temperley☕
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Ariel Villar
Café Temperley☕





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