Acervo: la herencia que vas a dejar.

Ariel Villar

5 oct 20223 Min. de lectura

Actualizado: 20 nov 2022

Tal vez estés cruzando la barrera de los 30 y como pasó siempre desde el principio del mundo social, tu acervo milennial le va quedando chico a tu necesidad de expresar y comunicar lo que te pasa. Y nada más lejos de querer arrancarte un "Ok, Boomer" y me dejes "Cancelado". Por el contrario, aplaudo y me parece "re-bien" que pudieran romper el karma de formar una familia siendo muy jóvenes y cagarse la vida con sueños frustrados por la responsabilidad lógica de criar hijos. Si, ya sé, por ahora no está en los planes.

Pero salvo tengas un estilo de vida "viajero" muy aguerrido y agarrado a tus valores de Libertad e Independencia, lo cual también aplaudo desde una mirada de viajero y músico, vas a llegar a un cruce de caminos donde te la pegues con quien ocupe el lugar "Bae" (Before Anyone Else/Antes que nadie) en el mejor asiento de tu corazón. Y no hablo de un "Crush" platónico o un "touch and go" boomeriano, sino del amor que de tanta decepción te hizo estamparle un "fail" a la idea de que te pueda tocar algo bueno. Y te volviste un "Hater" de la vida en pareja y de todo lo que pueda romantizarse como eterno, sabiendo que duramos lo que un pedo en un canasto.

Y si te llega, lo primero que vas a cambiar va a ser tu camino: Autopistas por rutas provinciales tranquilas, moto por auto familiar o camioneta, movida top por naturaleza y colorado viajero se vuelve sedentario de a poco buscando su lugar en el mundo. Si, Vos! Que te supiste definir y sostener como "Ciudadano del Mundo" que en definitiva lo somos todos en éste globo interconectado.

Y entonces empieza tu búsqueda incosciente de "contenido" verbal y un juego de herramientas intelectuales más expresivas con las que puedas comunicarte mejor con tus hijos evitando éste mal endémico derivado de la necesaria libertad de expresión, cuyo efecto colateral es que cada quién interprete lo que se le cante, haciendo uso y abuso.

Y vas querer contarle a tus hijos como era tu mundo cuando eras joven, de dónde venís, incluso vas a escarbar en tu ascendencia para que la saga no se corte. Y vas a desear para tus hijos un Abuelo Boomer equipado con la varita mágica de esa conexión que atraviesa tu cuerpo como si fueras un holograma. Tus Hijos, que aparecen un día cualquiera cuando te despertás de una siesta y al día siguiente ya son adolescentes y les cuentan orgullosos a sus amigos que el Abu cuando era joven decía cosas como: "RockAndRoooll" para decir que siga la joda, o que se "copaba" escuchando a Clapton o devorando miles de kilómetros solo en una moto que funcionaba a nafta, o que se pasaban horas sentados en la vereda del barrio cantando hits con una viola gastada sin que nadie los jodiera.

Y ellos, Tus Hijos, cuando sientan que los estás emplomando con tu doctrina, en lugar de decirte: "OK, Boomer", te claven un posible: " Como dice el Abu: achicá el pánico Cristalito que voy impecable!" Y tu viejo, el Abu, en un respetuoso segundo plano y fuera del foco selfie se cague de risa silenciosamente mientras se hace el dolobu mirando al cielo pensando: "Gracias por permitirme ver ésto!!!"