"Sueños" (Agüita Parte II)
- 18 oct 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2022
Después de la historia contada por el cajero de la empresa distribuidora de agua en la mesita del bar, Sergio siguió su vida normalmente. Podría decirse hasta que se había olvidado del tema. Pero de algún modo su percepción de mundo había cambiado, tal vez, sin darse cuenta.
En uno de sus tantos viajes vacacionales a las montañas, Sergio escuchó en el pueblo varias veces comentarios sobre un tal Don Carlos, al parecer un gringo de Buenos Aires que se instaló en una casita ubicada en la trepada al cerro. Según dicen la compró barata porque estaba abandonada porque le brotó una vertiente justo en el fondo.
La cuestión es que Don Carlos se hizo conocido porque regala bidones de agua pura de vertiente a los viajeros de camino a la cumbre. Incluso no pocos antes de subir compran alimentos o regalos para dejarle a cambio. Todos coinciden en un comentario gracioso que les hace a los viajeros al despedirse: "Cuídense y no tomen agua de la canilla!"
Sergio se acordó de Carlos, el ex empleado de Aguas y de su investigación que fuera causa de su obligada renuncia. Tenía que subir y confirmar que se trataba de él, porque de ser así está vez era Sergio quien necesitaba contarle su teoría...
Al día siguiente cargó su camioneta con lo necesario y emprendió la subida al cerro.
Pasaron 11 años desde aquel almuerzo. Tal vez ni siquiera se acuerde de mi.
Dos largas horas de trepada y ripio sin mantenimiento alguno por años, hasta que una cabaña me llamó la atención en una ladera al costado del camino. Identifiqué el lugar por unos cuantos bidones con agua al lado de la tranquera.
Seguramente al ver mi camioneta detenida, salió de la cabaña caminando hacia la entrada.
Ya más cerca pude reconocerlo a pesar de su pelo largo blanco y sin corbata. A un par de metros le digo:
- Buen día! Don Carlos?
~ El mismo que te invitó el almuerzo y la cerveza!, dijo sonriendo y agregó:
~ Puedo reconocerte a pesar de la panza nueva y el talco en la cabeza jaja.
Lo que apuntaba para un apretón de manos se transformó en abrazo y palmadas de espalda.
~ Veo que ya te contaron del gringo que regala agua de vertiente. Venís por agua o tenés tiempo para unos mates?
- Vine más por los mates y a traerte unas boludeces. Esta vuelta soy yo quien tengo que contarte algo..
~ Pasá y déjame adivinar: pseudo-pandemia, cuarentena...
- Eso tampoco funcionó como esperaban como habrás visto, permiso. Es algo más jodido Carlos.
~ Dale, arrancá mientras pongo la pava...
- La verdad es que no se por donde empezar, y ésta vuelta vas a ser Vos quien pueda pensar que estoy loco o medio ga-ga.
Me jubilé en Agosto de 2016 y tal como lo dije siempre, me dediqué a disfrutar cada minuto de todo el tiempo que me quede, viajando, pescando, practicando "Alpedismo" en casa y hasta volviendo a retomar algunas viejas pasiones como la Radio y escribir. Pero la brutal y despiadada manipulación de la pandemia y la perversión del sistema de salud me hicieron mirar las cosas de otro modo. Pude ver con mis propios ojos y desde adentro el manejo de clínicas privadas y hospitales. Hasta tengo fotos tomadas en plena cuarentena. Te aclaro que no me vacuné.
~ Sabrás que no sos el único y somos muchos más de los que creemos y "ellos" lo saben, dijo Carlos con una sonrisa irónica.
- Si, tal cual, y ahora muchos están cagados en las patas por los efectos colaterales terribles que están saltando. Pero la cosa no viene por ahí Carlos. Visto que el cuco del bicho y sus "mutaciones" no produjeron las bajas esperadas, arrancaron el plan B. Y de nuevo con el viejo recurso del agua corriente. Me seguís?
~ Y muy atentamente, dijo mientras me pasaba el segundo mate.
- Mirá, hace algún tiempo empecé con pesadillas a la noche, que con el tiempo se fueron haciendo más fáciles de recordar, e incluso sueño si me tiro a dormir una siesta. Los sueños son siempre distintos, al principio un poco inconexos, locos, pero con el tiempo fueron tomando sentido. Incluso al principio y tratando de esquivar tomar vino, con un "clona" se me apagaba la tele por 7 horas.
Pero con el tiempo aparecieron de nuevo los sueños y el clonazepan solo me duerme el cuerpo. La "tele" sigue prendida y hasta me doy cuenta en el mismo sueño que estoy soñando! Tranqui Carlos, creo que no es contagioso! Jaja
~ jaja Dale, te sigo.
- Hasta me convencieron de consultar con un terapeuta. Pero curiosamente cuando mi cobertura médica me asigna una Profesional, me contacta y me dice que las sesiones son por video-llamada de Whatsapp. Acepté, día y hora. La primera y última sesión duró solo media hora para tomarme los datos filiatorios y preguntarme dónde y con quién vivo, interrumpida en 2 oportunidades para atender llamadas de otro paciente. Te pongo en contexto: Psicóloga de no más de 30 años, cabello largo con colita, lentes de lectura grandes marco blanco y más nerviosa que yo. Pide disculpas por las interrupciones y me despide diciendo que en la semana siguiente se comunicaría para arreglar un horario más cómodo. La sesión fue a las 8 am.
~ Tempranera la piba! Jaja
- Sabés? Me quedé pensando en esto de la confidencialidad del paciente y el profesional, y en los registros que Whatsapp guarda de todo lo que hablamos y escribimos, incluso exigible por la justicia en caso de ser necesario. Y cuando me preguntó sobre el motivo de mi consulta le dije lo de los sueños y algunos miedos y cuestiones del pasado aparentemente no resueltas por mi subconsciente. Y justo ahí me terminó la sesión.
La verdad, me siento un pelotudo contándote ésto Carlos...
~ Pará!, Dijo Carlos, Y escuchá esto: hace un par de semanas bajé al pueblo a buscar gasoil y otras cosas de ferretería, y la mujer del ferretero me dijo medio jodiendo que últimamente se le dio por tomarse un par de copas de vino antes de dormir para no soñar pavadas.
- Me jodés!? Me pasa igual! La noche que ceno con vino y no tomo agua No sueño! Es como si nos quisieran programar a través del sueño. Pero la "Matrix" (risas) se les cagó en algún punto. Estoy empezando a comprobar no sólo lo del agua, sino que se pueden controlar los sueños y que algunas cosas se empiezan a volver realidad. Una prueba?: el infarto de 2018 no pudo conmigo. Sin vacuna alguna y siendo paciente cardíaco me agarré solo las gripes de todos los años, incluso en 2020 en plena cuarentena, y las traté con lo que decían que No había que tomar: ibuprofeno. Lo soñé Carlos! Soñe que era inmune a todo y acá estamos.
Carlos sonrió mientras ponía la pava a calentar y me dice:
~ En el pueblo más de la mitad no se vacunaron, dicen que incluso el intendente, y que por eso cerró la entrada al pueblo en cuarentena.
Movida política también, consiguiendo el título de "Zona Blanca", lo que reactivó rápidamente el turismo una vez liberada la circulación.
Y en cuanto a tu teoría de los sueños, te cuento que ese día tomé mate en la ferretería y esa noche mis sueños fueron un descalabro! Hacia años que no soñaba. Acá como verás, hay mucha paz y se duerme muy bien.
- Entonces,? No estoy tan loco?
~ Así parece Sergio. Los del pueblo que tienen chatas en condiciones de subir, están empezando a venir una vez por semana a llevarse 5 o 6 bidones por vuelta. La condición de dárselos sin cobrarles es que no abran la boca y traigan los bidones vacíos cuando vuelven. Yo pensé algo similar a lo que me contás, pero me sorprendiste con lo de controlar los sueños. Te das cuenta lo que significa?
- Si Carlos. Y la primera conclusión a la que llegó es que:
"Soñando bien, chupando vino y tomando agua sólo de la montaña, tenemos grandes posibilidades de llegar a viejos, arrugados pero lúcidos."
~ Cuánto me alegra que hayas venido Sergio! Espero que como jubilado y dueño de todo el tiempo que te quede, puedas quedarte un tiempo por acá. Creo que es momento de empezar una investigación seria.
Yo me encargo del agua, Vos ocupáte del vino y tranki: tengo internet satelital y todas las medidas de seguridad y anonimato aseguradas. Hace rato que estoy con el tema y sos bienvenido.
(Continuará)
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Listo!!
Bienvenidos!!
Ariel Villar
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