En la entrada anterior compartimos una puntita de iceberg de lo que para la gran mayoría no tiene si quiera sentido, gracias al sistema de creencias instalado generación tras generación. Tal vez si lo miramos desde lo histórico, vemos claramente que tenemos una educación que podemos rotular como "académica", mientras que las antiguas civilizaciones tenían educación "iniciatica" desde muy temprana edad.
Podríamos citar todas las cuestiones con sus cultos a diferentes Dioses, incluso mitológicos, pero solo me voy a detener en los que representaban a poderes naturales existentes dentro del Universo. Y específicamente uno en especial, el que permite que exista vida en todo, el que provee de energía a todo ser vivo: el Sol.
Evidencias irrefutables como que las plantas se desarrollan al Sol y que la gran mayoría crece con movimientos denominados por la botánica como "geotropismo negativo", donde "tropos" viene de movimiento, "geo" de tierra y "negativo", porque se aleja de ella. Crece!
Un ajuste más al enfoque y no hace si quiera falta explicar lo bien que nos sentimos cuando salimos al aire libre y al Sol! El cuerpo parece regenerarse, llenarse de vida, llegan las ganas de moverse y anandar, y si hay un curso de agua nos tienta tocarla aún en invierno. Vida! En todo sentido. Porque hasta los más profundos como el sentido de la reflexión, salen a la luz buscando respuestas a las mismas preguntas que nos hacemos desde siempre.
Tomando las incontables citas de J.L.Parise, los Queros, sumos sacerdotes de la cultura Incaica, cada mañana le hablaban al Sol, ordenando todo cuánto querían que sucediese en cada una de sus vidas. Sabemos científicamente que el Sol emite energía en forma de "Plasma", que la física cuántica apenas está empezando a descubrir. "Plasma", el estado "cero", seguido por: 1 (estado gaseoso); 2 (líquido) y 3 (sólido).
Sucede que cuando hablamos, la frecuencia vibratoria de la voz es la única que puede conectarse con el. Y para decir primero hay que pensar y con un poco más de exquisitez, "sentir" lo que se dice como real. Por eso usamos expresiones como "plasmar una idea", llevarla desde lo "sutil", el deseo, a lo "denso", lo material, en definitiva lo que nos enseñaron como "realidad".
Pero que pasa cuando nos fijamos en esto de "estamos hechos a imagen y semejanza"?
Sin intención de embarrarme en cuestiones religiosas y recurriendo solo al "Sentido Común", puedo deducir que un Dios es "aquel que crea realidad". Y si estamos hechos "a imagen y semejanza", somos Dioses. Pero no sobre todos los demás seres vivos, sino Dioses de nosotros mismos.
Cómo reza la jerga del fútbol, te la dejo picando con la intención de contagiarte las ganas de comentar algo al pie:
Todo lo que nos rodea, lo que llamamos "realidad", no es otra cosa que lo reflejado por nuestro interior, como un espejo. Pero, aún si rompemos ese espejo en mil pedazos, cada pedacito va a reflejar exactamente la misma imagen que cuando estaba en una pieza.
La educación académica, incluso la transmitida desde lo generacional, lo que hace es simplemente "romper espejos".
Que tengas una excelente jornada!
Ariel Villar.
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