Mañana? Es una utopía.
- 9 ago 2022
- 2 Min. de lectura

Con un perfil engrasado de ironía, en un contexto mundial complicado y con el agravio de vivir en un país históricamente malversado, que viene de "mal verso", "mal dicho", "mal dito", intentar describir el pensamiento a escala social me hace pensar en una posible nueva "Biblia" para futuros "seguidores" cuyo título tranquilamente podría ser "La Santa Pelotudéz".
Y sabés lo que más me asombra? La ausencia total de irritabilidad social de una casta social auto-calificada como "machista", aún cuando sus propios "próceres de la mediocridad" no paran de serrucharles el tujes con un pepino metálico forrado con vidrio molido.
Esquemáticamente a minutos de una nueva devaluación que nos va a dejar culo para arriba como tero buscando bichos, nadie salta ni dice absolutamente nada. Y ni pensar en un estallido social conducido por pseudokas arrepentidos que todavía siguen recitando de memoria pero en el baño, el "El Manual del Militonto Argento", porque no tienen huevos ni en la puerta de la heladera.
Pero si sos un poco observador, vas a darte cuenta que a ninguno le está llendo mal ni mucho menos. Si, ya se, suena a generador de brecha socio-politica lo cual no es mi intención porque existe desde 1810. Por eso cuando me preguntan si soy "racista", corrijo: "racista" No: "clasista".
Cerrando para evitar la hipertensión, mi asombro adquiere proporciones astronómicas cuando escucho a la "genLada" decir que no ven la hora de que lleguen las elecciones, para ir nuevamente a votar, y con su voto seguir aprobando el sistema que apaña y alimenta a toda la manga de langostas políticas, para que los sigan drogando con fentanilo.
Pero tenemos que aceptarlo: no podemos esperar nada más de nuestra estructura genética, descendientes de invasores y saqueadores en nombre de una vieja de mierda con corona británica y después de caranchos colonizadores a las órdenes de los reyes gallegos, y más acá en nuestro corto tiempo histórico, de fugitivos perseguidos por Franco y Mussolini, dispuestos a "pagare lo impuesto" al precio de una vida de explotación y sacrificio, para dejar una casita de barrio en la que se acomode la descendencia y por la que se saquen los ojos.
Dios bendiga a los jóvenes que tuvieron el valor de irse de este gran y próspero rincón de estiércol, donde todavía crece y da frutos lo que se te ocurra plantar, y en el que también se revuelcan los cerdos.
Creéme: cuando yo era joven era un país hermoso, y también creía que podía tener arreglo...
Ariel Villar
NBA Productora de "Incontenidos"
Si querés agregar tu comentario, al final de tu pantallita podes. Me da igual.
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