Pocas cosas nos tientan tanto como las frutas, verduras y hortalizas cultivadas naturalmente y en forma artesanal. Claro, pensarlo implica la idea de al menos un pedacito de tierra y sol como para empezar, pero hoy día el recurso de las macetas, bandejas colgantes, canteros y cualquier otro rincón que pueda soportar un poco de tierra y agua nos pueden iniciar en la sana costumbre de cultivar nuestros propios alimentos.
Frutas y Verduras.
Son una buena fuente de vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes, fitoquímicos y aportan una importante dosis de agua al organismo. Contribuyen a mantener un peso saludable por ser de bajo aporte calórico. Todas estas propiedades ayudan a proteger la salud, a mantener una piel sana, a mejorar la digestión, a evitar infecciones y disminuyen el riesgo de padecer cáncer y enfermedades al corazón.
Dependiendo de la temporada y la zona del país, podemos enfocarnos en éstas:
Verduras: Acelga, alcachofa, berenjena, brócoli, champiñones, coliflor, espárragos, espinacas, porotos verdes, zanahoria, zapallo, zapallito italiano, betarraga, cebolla, tomates, achicoria, ajo, apio, cochayuyo, lechuga, pimentón y repollo.
Frutas: Caqui, cerezas, chirimoyas, ciruelas, damascos, duraznos, frambuesas, frutillas, higos, kiwis, limones, manzanas, melón, membrillos, moras, naranjas, nísperos, papayas, pepino dulce, peras, piñas, plátanos, sandías, tuna, uvas y moras.
Sin dudas aprovechar la huerta nos ayuda a mejorar la economía del hogar:
- Darle prioridad al consumo de frutas y verduras de su cultivo, que siempre van a ser frescas y sanas.
- Si hay buenas cosechas o algún excedente, podemos comercializarlo para ayudar a atender las necesidades básicas de la familia: alimento, vivienda y vestimenta.
Qué necesitamos para hacer una huerta?
Lo más importante: entusiasmo y ganas!
Pero también necesitamos un Plan de Cultivo de acuerdo a la demanda familiar, al menos de los básicos:
Zanahoria, Lechuga, Tomate, Cebolla, Acelga, Coliflor, Cilantro, Perejil, Zapallo.
El primer paso y de contar con algo de terreno, es limpiarlo y preparar la tierra. Quitar escombros, piedras, yuyos, para luego remover y ventilar la tierra para dejarla lista para recibir un poco de "compos" o los fertilizantes adecuados para cada tipode cultivo.
Macetas, canteros y tachos no son la excepción. Bastará con conseguir buena tierra de algún vecino o llenar un par de bolsas grandes en ocasión de una escapadita de fin de semana.
El segundo paso es determinar las {epocas de siembra y cosecha de nuestros nuevos habitantes de la huerta. lo que podemos averiguar fácilmente en la semillería del barrio, o preguntándole a Don Google que sabe todo.
Para no desesperar regadera en mano, lo mejor es empezar por los cultivos más conocidos:
Acelga, zanahoria, zapallo, tomate y frutilla.
Para quienes cuentan con algo de terreno, es posible que hayan escuchado algo sobre siembra intercalada. Se pueden cultivar 2 o más especies en hileras intercaladas. Con ésto se logra un mejor aprovechamiento de la tierra y de sus nutrientes, permitiendo un mejor control de malezas.
Hay hortalizas que se pueden sembrar varias veces al año. Con ellas se puede realizar siembras en distintas fechas. Esto es hacer siembra escalonada.
Los cultivos escalonados permiten una producción continua de hortalizas. Por ejemplo, se pueden sembrar a intervalos convenientes (30 días) las siguientes hortalizas: lechuga, acelga y rabanito.
Algunas consideraciones consultadas para producir semillas:
En climas fríos, produzca las semillas en invernadero o una zona protegida de las bajas temperaturas.
Si produce semillas en la huerta, separe los cultivos de consumo de los cultivos de semilla, con cercas, mangas plásticas o mallas.
Produzca semillas de una especie y variedad a la vez, para evitar que haya polinización cruzada entre variedades distintas de la misma especie (por ejemplo, entre dos tipos de tomate).
Procure realizar el semillero en cajoneras u otros elementos, o directamente en el suelo.
En todos los casos, debe procurar que el sustrato donde produce semillas sea rico en minerales y materia orgánica, con buen drenaje y aireación.
Para producir semillas, elija las mejores plantas de su huerta: las de mejores frutos y las más resistentes a extremos climáticos, plagas y enfermedades.
Mantenga el suelo o sustrato libre de malezas, que compiten con sus plantas por los nutrientes y pueden hospedar plagas y enfermedades.
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Algo más sobre el Tamaño del terreno:
Tengámos en cuenta que el tamaño ideal de la huerta es el tamaño del terreno que tengamos. Si el terreno es muy pequeño, no va a alcanzar para cultivar todas las hortalizas que la familia necesita, pero al menos nos va a permitir siempre ahorrar dinero y disponer de algunas hortalizas y frutas frescas y nutritivas.
Espero que ésta nota haya sido útil y de tu agrado. Si te interesa ampliar sobre éste tema y conocer distintas posibilidades para su producción y comercialización como emprendimiento, dejános un mensaje y calificanos tocando las estrellitas de arriba.
Infinitas Gracias por tu tiempo de lectura!
Ariel Villar
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