Está muriendo el piropo?
- 8 jul 2022
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 jul 2022
Se perdieron los piropos finos y elegantes?
La verdad es que no se muy bien por dónde empezar, tal vez porque tiene tantas acepciones, definiciones y puntos de vista que realmente da un poquito de miedo por no exacerbar suceptibilidades.
Y cuando es así, lo más indicado es comenzar por su definición clásica, que lógicamente nos va a llevar a dar una vueltita por la historia:
Según Esther Forgas, catedrática de Lengua Española en la Universidad Rovira i Virgili, la palabra "piropo" viene del sustantivo griego "pyros", que significa fuego. "Los piropos son como fuegos artificiales", dice.
Estas expresiones se dan en sociedades extrovertidas porque se trata de una explosión hacia fuera". Aquellas sociedades que tienen tradición de piropo, como las mediterráneas y árabes, tienden asimismo a la hipérbole, al empleo habitual de la retórica y los juegos de palabras, y a la proliferación de metáforas en el lenguaje.
Pero la aceptación del piropo cambio mucho, si bien todavía tiene la capacidad de hacer sonreír o sonrojar, también la de ofender, dependiendo claro, de la ubicación de la delgada línea que separa un fino y elegante piropo de una verdadera guarangada.
Y aunque lo mío parezca una especie de manía con el tema del derrumbe de la Educación, tiene mucho que ver con el respeto, la absoluta falta de herramientas o recursos verbales y también la falta de ubicación relacionada con la ocasión.
En tiempos de mis abuelos, incluso hasta de mis padres, hablamos de al menos 50 años atrás o más, el piropo era una forma de premiar la belleza o algún atributo distintivo de una mujer por parte de un hombre desconocido que, sin más intención que esa, tenía como único fin conseguir una sonrisa, o un "Muchas Gracias", después de un creativo y esmerado intento poético como muestra de romanticismo social. Ni siquiera la eventual sonrisa de la Dama significaba intención alguna de detenerse en su camino para entablar un coloquio con el piropeador. Simplemente pasaba, recibía el piropo y si era merecedor de una sonrisa que apenas se dejaba ver, o un delicado "gracias", sin mas, seguía su camino, dejando complacido a su autor.
Pero también hoy tenemos que entrar en terrenos más complicados, en los que la inocencia primaria se fue perdiendo a manos de un machismo exacerbado, sobre todo al pasar delante de un grupo de hombres, como si se tratara de una muestra de hombría el hecho de propinar groserías.
El sentido de posesión también tuvo mucho que ver en todo esto. Un hombre jamás piropeaba a otra mujer delante de su esposa, novia o prometida, porque se le armaba un despelote que podía durar horas e incluso dar fin a la relación.
Pero por otro curioso perfil de la cuestión, si una mujer acompañada por su hombre era acreedora de un piropo de un desconocido, la cosa terminaba como una verdadera lucha de machos en defensa territorial de su hembra.
El verdadero piropo, el original, el poético, era personal, directo y de uno a uno. Sin público expectador ni amigos ni nada. Una verdadera "galantería".
Pero al mismo tiempo y aún hoy, cuando el piropo ya es considerado una forma de "acoso", cuando nos referimos a nuestra esposa decimos "Mí Señora" y en el caso de referirnos a nuestro esposo, decimos "Mí Marido", que deriva del inglés "murried" que significa "casado", que fonéticamente suena igual que "cazado", atrapado, privado de su Libertad o libre albedrío.
Con la ironía más visible, en plena igualdad de derechos y libertad entre sexos, repudiamos el piropo como forma de abordaje impune, a la vez que mantenemos vivito y coleando el sentido posesivo más pronunciado. Literal!
Y llego a la conclusión que el propio no murió. Sencillamente lo matamos. Lo asesinamos con la impunidad de la que gozan los depravados, golpeadores y violadores, que aún y a pesar de todo siguen teniendo la protección de las leyes. Pero cuidado! Que los cuchillos con punta de ambos lados son difíciles de manejar. Y cuando caen en las delicadas manos de la manipulación son peligrosos porque la ley también las apaña.
En cualquier dependencia u oficina pública o privada, basta con una falsa acusación de acoso a un hombre por parte de una mujer, para que el incomprobable hecho hasta deje sin trabajo al supuesto agresor e incluso su reputación arruinada.
Pero claro, "L-Gante" no es precisamente un ejemplo del significado de su disléxica abreviatura, tanto como los Honorables Consejos Deliberantes hacen honor al sentido de la primer palabra de su titulo.
Y en este contexto tan de cristal y a la vez desprotegido de todo Sentido Común, también extraviado en el camino a una supuesta sociedad avanzada y mejorada, las posibilidades de mantener con vida aquel viejo romanticismo popular del piropo, en la práctica son nulas, y en la teoría, reducidas a una novela o comedia bien escrita y cuidada hasta en el más mínimo detalle.
Desde lo personal, sigo insistiendo que la caída del nivel educativo influye muchísimo, pero más aún el ejemplo de padres a hijos y del contexto en el que vivan.
Cuando escucho alguna persona mayor decir que "todo tiempo pasado fue mejor", nunca digo nada. Solo pienso que más allá de toda la ciencia y tecnología, de las que ya no estoy tan seguro si nos simplificaron la vida, pero si lo estoy cuando veo y compruebo que destruyeron muchos valores, con la excusa de defender pocos derechos y no precisamente para las mayorías.
Que tengas una excelente jornada!
Ariel Villar.
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