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El negocio de vender humo online: ¿quién controla la verdad en la era de los gurúes digitales?

Foto del escritor: Ariel VillarAriel Villar

Actualizado: 11 dic 2024


Introducción


La promesa de vivir de internet sedujo a miles. Desde blogs y sitios web hasta cursos mágicos que enseñan a vender lo que ni ellos pueden vender, el sueño de ganar plata desde casa parece estar a un clic de distancia. Pero cuando el fracaso golpea, muchos no bajan los brazos: reinventan la derrota y te venden un curso. Porque, si no podés ser exitoso, siempre podés vender el "secreto" de cómo se supone que deberías haberlo sido.


El espejismo de la facturación online


En el mundo digital, los números lo son todo. Pero, ¿quién verifica esos números? El "Yo facturo 7 cifras al mes" es el cuento del tío de esta era. Según un estudio global de Oberlo, más del 90% de los negocios online fracasan dentro de los primeros cuatro meses. La falta de tráfico, la saturación del mercado y los costos de mantenimiento son los verdugos silenciosos de estas iniciativas.


Mientras tanto, las redes sociales juegan su carta maestra: sostenerte frustrado y pegado a la pantalla. Instagram y TikTok no solo te muestran gurúes "exitosos", sino que te tientan a creer que vos también podés estar ahí si seguís sus métodos. Pero, ¿quién asegura que esos gurúes realmente facturan lo que dicen? Nadie. Es un tabú bien cuidado porque, si el mito del éxito digital cae, se cae el negocio entero.


La credibilidad, esa cosa que nadie sabe dónde está


Creer que un sitio es exitoso porque tiene muchos seguidores o aparece primero en Google es como confiar en el horóscopo para comprar dólares. Las métricas digitales son fáciles de manipular. Un informe de Business of Apps reveló que hasta el 25% de las interacciones en redes sociales son generadas por bots o cuentas falsas. Esto incluye seguidores, comentarios y hasta reviews.


Y sobre las plataformas que miden el tráfico, como Google Analytics, ¿quién asegura que esos datos sean reales? Nadie está obligado a mostrarlos y, si lo hace, no hay forma de corroborarlos. Entonces, cuando alguien dice "mi web tiene mil visitas diarias", puede ser tan cierto como que el dólar blue cuesta $200.


El humo convertido en curso


Cuando el negocio no da para más, aparece el clásico: el curso. Frases como "Aprendé a ganar plata online desde cero" o "Descubrí el método que me hizo facturar $500k al mes" inundan las redes. Según plataformas como Udemy y Hotmart, más del 70% de los cursos vendidos prometen resultados financieros rápidos o independencia económica. Sin embargo, los comentarios negativos suelen superar el 50%, con quejas de contenido pobre o promesas incumplidas.


¿Y qué pasa con los comentarios en redes? La posta:

—"Es fake."

—"Todo trucho."

—"Me estafaron."


Sin embargo, los cursos se venden. ¿Por qué? Porque apelan a la esperanza. Es como el quini 6: sabés que no vas a ganar, pero igual jugás. El negocio del humo se basa en eso, en vender algo intangible que, al final, no te sirve para nada.


El tiempo, el verdadero negocio


El verdadero oro del mundo digital no está en los cursos ni en las ventas, está en el tiempo que pasamos mirando la pantalla. Instagram, por ejemplo, generó más de 43 mil millones de dólares en ingresos publicitarios en 2023, según Statista. Es simple: cada segundo que pasás viendo un gurú en Instagram o YouTube es un segundo que ellos monetizan con publicidad.


La gran verdad que nadie dice es que la mayoría de los que intentan vivir de internet fracasan. Pero no lo pueden admitir porque, si lo hacen, se cae el castillo de naipes.


Conclusión: ¿quién gana en todo esto?


En este juego, el único que siempre gana es la plataforma. Mientras los emprendedores digitales luchan por sobrevivir, las redes sociales se llenan los bolsillos con tu tiempo y atención.


Y vos, mientras tanto, seguís invirtiendo tiempo y plata en un sueño que, para muchos, no pasa de ser eso: un sueño. Tal vez sea hora de dejar de correr detrás del éxito online y mirar algo más real. Como un café en el bar de la esquina, donde por lo menos la pantalla que importa es la de la máquina que te sirve un cortado.

 

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Gracias de corazón!❤️


Ariel Villar

Café Temperley

 

1 comentario

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09 de dez. de 2024
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Verdades que nadie dice como lo de la industria farmacéutica, el sistema médico que le conviene mantenerte enfermo.👍

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