Tal vez esté por nacer y crecer, sabiendo desde niño que viene a éste mundo a sanar todo lo que está podrido.
- La delincuencia es fruta podrida.
- La justicia está podrida.
- La política está podrida.
- Los Egos, la educación, la dignidad, la Libertad. Todo está podrido.
- Incluso los que se cagan en todos estacionando en doble fila y pasando semáforos en rojo. Los que en la vereda de un bar dan de comer a un perro y miran con asco al pibe que se acerca para vender algo y poder comer. Los que siguen votando la misma basura escondidos tras la excusa de la democracia. Los que se auto-perciben lo que les canta y conviene, destruyendo el concepto de familia porque no son capaces de vivir en sociedad y hacer de su culo un pito sin joder a nadie. Todos están podridos! Incluso Vos, que excedés la máxima permitida en una ruta poniendo en riesgo a tu propia familia y a otras. Sos un asesino serial sin armas. Y Vos, que empujás para subir al tren o al colectivo. Todos son la fruta podrida del cajón. Y hay que sacarla con urgencia, nomás por una cuestión de salud.
Y ese niño sanador somos todos los buenos, los tolerantes, los que ayudamos en silencio por compasión y sin juzgar, en lugar de mascar y salivar la palabrita "empatía" sin hacer absolutamente nada.
Ese niño está creciendo en cada conciencia despierta, y en lugar de rajar una nueva grieta en el suelo de la mediocridad, está segregando y apartando de sus vidas, de a poco, a todos los que con sus actos demuestran que están podridos. Porque la fruta podrida ni siquiera sirve para hacer dulce.
Somos los que no necesitamos "sumar" ni "restar" para sentirnos acompañados en una causa pedorra. Somos INDIVIDUOS, únicos, auto-gobernados por principios inalterables. Somos esos a los que la mediocridad del sistema educativo ya nos produce arcadas. Los capaces de leer 100 páginas de un buen libro, los capaces de expresarnos con claridad, incluso descendiendo a niveles populares para que se nos comprenda, sin desintegrar el contenido de la idea. Los capaces de hacer cosas muy buenas sin ayuda de inteligencia artificial.
Y la mayoría, que no es la normalidad, nos tilda de retrógrados, de enemigos de su falso sistema de Libertad moderna. Y entonces nos ignoran, porque no entienden, porque no les conviene, porque siquiera saben lo que quieren ni lo que son.
Tal vez la suerte nos de la oportunidad de formar comunidades aisladas de éste comunismo facho de egos reventados, creciendo como individuos y viviendo en una sociedad basada en el respeto, con amor, sin codicia y sin miedos.
O tal vez sea en el mismo cielo.
Ariel Villar
RadioBlog
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