Cansado de sostener la vista pérdida en la ventana, pido otro cortado.
Después de la seña clásica, tan nuestra como la celeste y blanca, me quedo mirándote. Sola, joven, atractiva, con una lágrima a medio terminar y tu móvil en la mano.
Parecés estar buscando algo con total desapego al resultado, mientras yo sigo buscando la forma de parar el tiempo, de interrumpirte con elegancia y educación para advertirte.
Héctor se acerca con el capuchino que le pedí:
- Gracias Héctor! Notaste que cada vez viene más gente sola?
- Si. Sobre todo los días de semana, especialmente los Lunes. Y cada vez más jóvenes.
- Tal cual! Cómo si quisieran vivir algunos minutos solos.
- Linda forma de decirlo, pero bien cierto, agregó Héctor mientras clavaba el ticket en el pinche, y agrega:
- Te referís a la muchacha de la ventana, la del celu, no?
- Si. Cómo te diste cuenta?
- Soy mozo!, qué le vamos a hacer?, dijo mientras esbozaba una media sonrisa practicada por años, alejándose para el mostrador.
Y yo sigo mirándote y girando la cucharita, preguntándome cuál será la razón que detiene un rato tu carrera en un viejo cafetín de barrio..
Tal vez tengas algo parecido a un presentimiento, inquietante como una duda, borroso como la neblina de otoño.
Y yo no sabría cómo decirte que no pierdas tiempo pero que no corras, que no esperes lo que no llega, pero que estés siempre despierta para ver la oportunidad, que dicen que tiene un mechón en la frente y la nuca calva, porque si no la agarrás de frente...
Tal vez no lo entenderías, porque imaginás tu futuro lejano con el número 40 en tu edad, con objetivos cumplidos y disfrutando un buen pasar.
Y yo no sabría cómo decirte que naciste Clase Media, una suerte de Globo Argento flotando al viento sobre un campo de espinillos, y que a tus 40 vas comprar bien cara la esperanza de que la vida recién empieza, aunque tu piel ya no se vea tan tensa y suave en el espejo del baño. No podría.
Sólo buscaría la forma de decirte que pegués el salto, tal vez a un aparente vacío, y que disfrutés el vuelo, porque la Tierra es redonda, y porque el cielo está tanto arriba como abajo...
- Héctor: me cobrás? Me voy para casa...
Ariel Villar
Café Temperley
Del Autor:
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Ariel Villar.
Café Temperley
muy bueno!