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El Globo Argento. Cap.4 - Habitués en el Café.

Foto del escritor: Ariel VillarAriel Villar

Actualizado: 1 dic 2024

4 habitués

"Habitués en el Café"


Café Temperley, con su aire a tanguería gastada, lucía animado en aquella tarde de primavera. En una mesa cerca de la ventana, los habitués discutían temas de actualidad con el tono apasionado que distingue a la clase media argentina.


Por un lado, Don Osvaldo y Don Julio, dos vecinos sexagenarios del barrio, se peleaban con la nostalgia de tiempos mejores. Por el otro, Martina y Joaquín, jóvenes emprendedores, se debatían entre el optimismo del futuro y la frustración del presente.


Don Osvaldo: (señalando el celular de Joaquín) Mirá vos… Antes la juventud tomaba mate en la plaza. Ahora, están todo el día con esos aparatitos. ¿Qué hacés con eso, pibe? ¿TikTok? ¿Snapchat?


Joaquín: (riendo) No, Don Osvaldo. Estoy revisando el sitio de nuestro negocio. Vendemos remeras estampadas con frases irónicas.


Don Julio: (arqueando una ceja) Frases irónicas… ¿Y a quién le venden esas pavadas? ¿A los que van a los boliches?


Martina: No, más bien a los que no van. Nuestro público es medio antisistema, pero con tarjeta de crédito.


Don Osvaldo: (con sarcasmo) ¡Ah, claro! Los famosos revolucionarios de Palermo. Se quejan del capitalismo mientras pagan $8.000 por un avocado toast.


Joaquín: (defensivo) ¡Pero funciona, Don Osvaldo! Ya tenemos más de 300 ventas en la primera semana.


Don Julio: (asombrado) ¿300? ¡Qué épocas raras! Cuando nosotros éramos jóvenes, había que laburar en serio. ¿Sabés lo que es levantarse a las cinco para abrir la fiambrería?


Martina: Claro, pero hoy la cosa cambió. Ahora hay que adaptarse. Por eso estamos invirtiendo en marketing digital y colaboraciones con influencers.


Don Julio: (confundido) Influencers… ¿Esos no son los que se filman haciendo pavadas?


Don Osvaldo: (burlándose) ¡Claro, Julio! Hoy ser famoso es mostrar cómo te hacés un café. ¿Viste lo que le ponen? ¡Espuma de almendras! Eso en mi época era leche cortada.


Joaquín: Bueno, pero esa “espuma” vende, Don Osvaldo. Nosotros pensamos lanzar una línea de tazas con frases como “Nadie se salva solo… excepto con delivery”.


Martina: (riendo) O “Si Perón viviera, pediría sushi”.


Don Osvaldo: (indignado) ¡Sacrilegio! ¡Al General no me lo toquen para vender tazas, pendejos!


Don Julio: (resignado) Dejalos, Osvaldo. Si con esas pavadas les pagan el alquiler, quién te dice que terminan comprándose una casa antes que nosotros.


Martina: (sonriendo) Por ahora no llegamos al alquiler. Todavía vivimos con mamá.


El café estalló en carcajadas mientras una bandada de gorriones cruzaba el cielo sobre Temperley. Afuera, las discusiones por el dólar blue y el próximo partido de la Selección seguían, pero adentro del café, el tiempo parecía detenerse...


Ariel Villar

Café Temperley

 

Nota del autor:

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Ariel Villar.

Café Temperley

 

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30 de nov. de 2024
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Qué buena idea la del café virtual dónde encontrar historias que nos reflejan!



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